Una compleja operación permitió la retirada de la tumba de la necrópolis

La retirada de la tumba comenzó con la apertura manual de una zanja a su alrededor y la cubrición de los ladrillos de la estructura con plástico, así como la realización de un engasado con escayola y esparto, con el que se recubrió el interior y el exterior de la misma. Los trabajos continuaron con la excavación bajo el sepulcro para desprenderlo del sustrato natural, y la colocación de una plancha metálica sobre la que aquél quedó colocado. Los dos laterales de la tumba se reforzaron por su hueco interior para evitar su desmoronamiento, antes de la extracción y la sujección de la pieza sobre una plataforma que izó la grúa para ser trasladada al museo. Retirar los materiales En próximos días un equipo de restauradores retirará los materiales usados para el refuerzo, consolidará la estructura y la reconstruirá, señalaron Sevillano y González. El siguiente paso será el proyecto de musealización de los restos, que se colocarán en la Ergástula con una iluminación adecuada y paneles con textos y fotos. En la exposición se mostrarán materiales que aparecieron en los enterramientos, como restos de cerámicas o de un ungüentario de vidrio, aunque no está decidido si se incluirán los restos óseos del individuo conservado en la tumba, una mujer. De las tres que aparecieron, se escogió ésta «por su buen estado de conservación y porque dejaba ver la estructura de ladrillos con argamasa y el revestimiento interior», dijo González. Mientras, la empresa Foramen realiza el estudio arqueológico de las inhumaciones halladas, de la época altoimperial (a partir del siglo II), que incluye el tratamiento e inventario de los materiales cerámicos y vitreos aparecidos en ellas. Además, la técnico Encina Prada ultima el estudio antropológico de los individuos, dos hombres y una mujer, que arrojará luz sobre su edad, enfermedades y otros aspectos de su vida. Los dos enterramientos que acogían a dos varones se conservarán in situ y se cubrirán, aunque «por el momento no se ha pensado en señalizarlos» en la propia finca, dijo Sevillano, si bien el Museo Romano de Astorga indicará el contexto donde aparecieron junto al sepulcro expuesto, que ayudará a los visitantes a una mejor comprensión de los hábitos funerarios romanos, no tratados hasta la fecha en el mismo. Conservación limitada Por el momento, no se plantea la posibilidad de que el yacimiento, ubicado en la calle Vía Nova de San Andrés, sea sometido a una excavación más amplia que revele si los enterramientos son o no de tipo familiar.