«La gente llena la terraza aunque haya mucho frío»
A mitad de camino entre la plaza Mayor donde brillan las luces de Ferrero Rocher y la plaza Eduardo de Castro donde la Catedral y el Palacio de Gaudí conquistan al visitante, se encuentra la cafetería Eco, donde una de sus tres propietarias, Marta Río, —mientras sus compañeras siguen atendiendo los clientes— asegura que «para nada nos imaginábamos tanta gente». Perteneciente a uno de los sectores más perjudicados por la pandemia, Marta asevera que «después de un año tan malo, por lo menos tenemos algo bueno que nos ilusione y que hace haya movimiento en la ciudad». Pese a ello, cree que por las circunstancias de la pandemia «nos han tocado las luces el peor año, porque por las restricciones no podemos atender a toda la gente que nos gustaría». No obstante, destaca el buen comportamiento de toda la clientela que han recibido porque «la gente llena la terraza aunque haya mucho frío, respeta las distancias y espera si hace falta». Aún con limitaciones, se muestra «encantada» porque «sino seguramente viviríamos una Navidad muy triste».