Dos detenidos tras la denuncia de cinco prostitutas MOSCAS DEL PÁRAMO/VILLALOBAR
Implican a dos clubes de León en una red de trata de blancas internacional
Dos clubes de carretera, ubicados en la localidades de Moscas del Páramo y Villalobar, han sido implicados por varias prostitutas en una organización internacional
La denuncia por explotación que efectuaron en Albacete cinco prostitutas sudamericanas que trabajaron en León ha provocado la detención del camarero del club La Perla de la localidad de Moscas del Páramo, P.J.Z.T., de 31 años, y el gerente del América de Villalobar, F.G.M., de 51 años. Ambos están acusados de participar en una red internacional de trata de blancas que se dedica a introducir ilegalmente a mujeres de Latinoamérica, los países del Este y África, a las que supuestamente obligan a ejercer la prostitución «bajo presiones» para abonar una deuda económica por el billete de avión y la estancia. El Cuerpo Nacional de Policía de León inició las investigaciones a raíz de las denuncias presentadas por ciudadanas extranjeras que fueron trasladadas de León a otros clubes de Andalucía y Castilla La Mancha, y que relacionaron a los dos detenidos con la red. La policía ha reconstruido el modus operandi de la organización a través de la declaraciones de las afectadas. Al parecer, las mujeres eran captadas en su país de origen, donde un enlace contactaba con ellas y, «conociendo su precaria situación económica les proponía facilitarlas el traslado a España para ejercer la prostitución, asegurando que ganarán importantes cantidades de dinero». Deudas de hasta 6.000 euros Una vez aceptada la propuesta, el enlace facilitaba a las mujeres un pasaporte, billete de avión y una cantidad de dinero para poder entrar en el país y se las hacía saber que contraían una deuda de entre 3.000 y 6.000 euros por esos servicios. También se las explicaba que cuando pisaran suelo español estaban obligadas a restituir con su trabajo la deuda, cuestión que podían saldar en poco tiempo, según las decían. Sin embargo, en el aeropuerto de llegada, bien el Prat de Barcelona o Barajas, en Madrid, una persona esperaba a las mujeres para trasladarlas a los clubes donde trabajarían, y durante el trayecto las retiraba la documentación, el billete de vuelta, así como el dinero que en su país las habían facilitado para entrar a España «con el fin de dejarlas indefensas y que no pudieran escapar de la red», apunta la policía. Durante su estancia en el club en el que se hospedaban, según las declaraciones de las mujeres, eran privadas de libertad hasta abonar totalmente la deuda. Los responsables se quedaban con todos los beneficios que obtenían las jóvenes por el alterne hasta conseguir la cantidad que adeudaban. Sólo después quedaban en libertad para seguir en el club o marcharse. En la red de trata de blancas están presuntamente implicados, además de los dos locales leoneses, otra decena de establecimientos de carretera distribuidos por la geografía española. Supuestamente, la organización mueve a las mujeres de uno a otro, según la demanda.