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Especies en peligro

La dudosa conservación del urogallo sacrifica a decenas de animales de otras especies

Durante el 2020 se han trasladado o sacrificado a 150 ejemplares como martas, tejones, gatos monteses, zorros y azores

León

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El grupo de trabajo del urogallo cantábrico, creado entre la Junta de Castilla y León, el Principado de Asturias y el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), se reunió el pasado mes para hacer balance de las actuaciones llevadas a cabo para la recuperación de la especie.

Según las primeras conclusiones, las pocas poblaciones que se conservan en la zona occidental _en la oriental se da prácticamente por desaparecida_ siguen en serio peligro de extinción.

Sin embargo, en las tres campañas de actuaciones llevadas a cabo desde 2018 se ha observado una leve y esperanzadora mejoría de la especie.

En las 986 hectáreas estudiadas en las que se registra presencia de urogallo, durante 2020 se han constatado 22 machos, 19 hembras y 17 pollos. Además, hay constancia de siete polladas, con un tamaño medio de 2,43 ejemplares en cada una de ellas.

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Durante estos tres años de actuación, los resultados de reproducción apuntan a 52 machos, 44 hembras y 40 pollos en una superficie de 2.556 hectáreas. El éxito reproductor queda en un 0,9, con 19 polladas, con un tamaño de 2,10 ejemplares.

Según las conclusiones del informe del grupo de trabajo, los resultados respecto a los parámetros de reproducción se pueden considerar positivos a nivel general y en especial en las zonas de tratamiento, aunque inciden en el bajo número de hembras observadas. El 0,89 registrado este año es un valor superior a los registrados en períodos previos estudiados para la especie aunque aún lejanos a los dos pollos por hembra ideales en poblaciones abundantes de la especie.

Gran parte de esta mejoría se debe a las actuaciones llevadas a cabo para la captura y extracción de depredadores en las áreas de reproducción de los urogallos, lo que supone la deslocalización, en el mejor de los casos, y el sacrificio para decenas de especies que suponen un peligro para la supervivencia de los urogallos.

Estos trabajos se han llevado a cabo en las zonas de Degaña-Ibias, en Asturias, donde se ha actuado en una superficie de 8.300 hectáreas, y en Caboalles, Ancares y Omaña, en León, que comprende un área de 6.900 hectáreas.

Supuesta amenaza
Durante esta campaña se han sacrificado once zorros, 35 martas y 39 gatos asilvestrados

En estas zonas, desde octubre de 2019 hasta julio de 2020, se han capturado 80 ejemplares de las consideradas especies objetivo, martas, zorros, gatos monteses y azores. Por lo que se refiere a los once zorros capturados, estos fueron sacrificados in situ por parte de veterinarios. En cambio las 66 martas capturadas, a excepción de las 35 extraías en Asturias que fueron sacrificas, y los tres azores recogidos, la mayor parte fueron radiomarcadas y llevados a otros lugares, lejos de las zonas de reproducción de los urogallos.

Para comprobar la efectividad los ejemplares radiomarcados fueron revisados con un lector de microchips c para determinar si eran ejemplares ya capturados que hubieran regresado a su zona de origen. Según el informe, el resultado ha sido negativo en todos los casos, por lo que determinan que la translocación «ha sido exitosa».

Pero al margen de las especies consideradas objetivo durante esta campaña se han capturado otros 90 ejemplares de turones (18), tejones (6), gatos monteses (22), gatos domésticos (39), perros (2), visones americanos (3).

Por lo que se refiere a los gatos monteses parte de ellos fueron cedidos para la colocación de emisores GPS para formar parte de un estudio desarrollado por la Universidad de Oviedo. Los domésticos fueron todos sacrificados.

También han sido retirados rapaces y córvidos que suponían un peligro para el urogallo, entre ellos siete aves ratoneras, dos gavilanes, dos cornejas, dos mirlos, una zorza, dos arrendajos, doce erizos y un cáravo.