Las pendientes, los humedales y las aves provocan la reducción

Según indica la declaración de impacto ambiental, las medidas protectoras propuestas de mayor alcance son la retirada de las cuatro mil hectáreas de las 45.173 planificadas en el Plan Nacional de Regadíos. Esta reducción se ve provocada porque se excluyen de la transformación una serie de zonas con pendientes indeseables, tierras de baja calidad, lugares de interés comunitario, zonas de especial protección para las aves, humedales protegidos y espacios con una densidad superior a una avutarda por kilómetro cuadrado. Además, se prevé proteger la calidad del aire y el agua durante las obras, la erosión producida por los vehículos, el control de la tierra vegetal, protección de la vegetación y la fauna, del patrimonio histórico artístico con prospecciones anteriores, el mantenimiento de las vías pecuarias de la zona en su total integridad y funcionalidad, la restauración de taludes de desmonte, terraplenes, escombreras, y vertederos y la integración de las balsas de regulación y estaciones elevadoras. Por último, como medida compensatoria, se revegetará con plantas autóctonas.