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«Vive como un ser primitivo en lo más recóndito del monte y no tiene refugio»

Publicado por
León

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La Guardia Civil reconoce que el bandolero de Omaña vive «como un primitivo en lo más recóndito del monte». Se guarece debajo de encinas y se cubre tan sólo con mantas. No ha fabricado una cabaña o un tenderete para dormir y ni el frío o el calor le han desanimado a cambiar de modo de vida. Sus escondites son inaccesibles para un vehículo y difíciles de localizar desde el aire, según reconoce la Guardia Civil. El único camino para rastrear su pista es peinar el monte, como han efectuado los agentes en numerosas ocasiones. De hecho, han logrado encontrar tres guaridas de Salvador Cañueto, reconocibles porque acumula madera para encender un fuego y suele olvidar algún envoltorio de comida. En una de las ocasiones incluso huyó a toda prisa abandonando a su fiel compañera, una mochila en la que porta, según la institución armada, una barra de hierro, ropa, tabaco y alguna de las joyas que roba en los pueblos. Los vecinos especularon con la posibilidad de que el bandolero de Omaña se hubiera apoderado de alguna escopeta y de un arma que sustrajo a un agente de policía, extremos que niega la Guardia Civil. La Benemérita reconoce que Cañueto «no es un ladrón peligroso, es más bien una persona muy primitiva, que le gusta aislarse de los hombres y dormir a la intemperie como un Robinson Crusoe». Por eso no han abandonado la búsqueda, aunque tampoco dedicarán todos los efectivos del Cuerpo a recorrer palmo a palmo los montes leoneses, «porque -admiten- también hay que atender otros hechos delictivos».