Un nuevo concepto de alta velocidad ferroviaria
La alta velocidad ferroviaria ha sido un concepto muy complejo de definir en España. El PSOE pensaba en un concepto doble de la alta velocidad. Uno era el AVE, con ancho europeo y con velocidades de 350 kilómetros por hora, y el Tren de Alta Velocidad (TVA), que aprovechaba la línea convencional de ancho español para ir a 225 kilómetros por hora. Esta concepción se mantuvo en la época de ministro de Rafael Arias Salgado, con todas las confusiones que provocaba. La variante de Pajares y el ramal a Ponferrada y el trayecto de Valladolid a León se concebía, de aquellas, como un TVA, un tren de segunda. Pero la llegada de Francisco Álvarez Cascos, el primer ingeniero de caminos ministro en la democracia, cambió la situación. Las denominaciones AVE y el TVA -o TAV- cambiaron a líneas de alta velocidad. Se eligió el modelo AVE de 350 kilómetros por hora de ancho europeo y se le dió un impulso nunca visto a estas obras, y, en especial, a la variante de Pajares. Así, toda las líneas de alta velocidad programadas serán iguales, sin agravios comparativos. El miércoles pasado, el ministro de Fomento criticó la «España ferroviaria hemipléjica del PSOE».