Una brecha más que peligrosa

La intención de la comisión de Turismo de la Diputación al completo (todos los partidos secundaron la propuesta del diputado responsable del área) de rebajar el 50% del precio del forfait anual a trabajadores, funcionarios, diputados provinciales y familiares de primer grado, así como a los empadronados en los municipios situados en el área de influencia de San Isidro y Leitariegos (aún no se ha establecido hasta dónde llegará la citada área, aunque seguro que sí hasta Valdepiélago) abre una brecha política tremendamente peligrosa. Si la iniciativa se convierte en realidad (según la nota oficial de la Diputación ya lo es) los trabajadores de otras instituciones podrán reclamar con toda justicia rebajas similares. Así, desde el Ayuntamiento se podrán solicitar subvenciones para entrar en las piscinas municipales, en el auditorio o en el campo de fútbol, por no hablar de lo que podrán pedir en toda regla los funcionarios de la Junta. Si no se les concede la rebaja correspondiente, el agravio comparativo será evidente. Respecto a los municipios limítrofes, colindantes, cercanos o como decida llamárseles la medida, independientemente de que sea constitucional o no, es igualmente errónea. Los municipios cercanos a San Isidro y Leitariegos se benefician directamente de las instalaciones, por lo que sobran prebendas añadidas que podrían extenderse peligrosamente, tal y como ya ha avisado el alcalde de Vegacervera con las cuevas de Valporquero...