Conservación
El Gobierno aplaza la reunión para decidir la estrategia del lobo
Las comunidades autónomas críticas con la nueva protección vuelven a expresar su rechazo a la decisión que prohibirá la caza de esta especie en toda España
El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y las comunidades autónomas han empezado a debatir este miércoles la metodología y el calendario para elaborar una nueva estrategia de gestión y conservación del lobo ibérico para que esta sea una realidad cuanto antes, según señalan
Se trata de la primera reunión del grupo de trabajo que se acordó crear el pasado jueves en Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Según el Ministerio, la asistencia al encuentro, de carácter técnico, ha sido generalizada y en ella se han expresado los distintos pareceres y posiciones al respecto de esta estrategia que permitirá renovar la actual, que data de 2005 y adaptarla a la última decisión --adoptada el pasado jueves por mayoría simple-- de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y de la Biodiversidad en la que se acordó un nuevo estatus de protección para la especie.
El objetivo del grupo es recabar e intercambiar las posiciones al respecto de la metodología y el calendario de la futura estrategia así como tener en cuenta todas las aportaciones para que la nueva gestión del lobo sea una realidad lo antes posible . No obstante no han trascendido más detalles del calendario.
Así, todas las poblaciones de lobo ibérico en España fueron incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial , lo que de facto supone que deja tanto al norte como al sur del Duero ya no será catalogada como especie cinegética.
Desde el ministerio han señalado que las partes se han emplazado a una próxima reunión que se celebrará en las próximas semanas para avanzar en esta estrategia que deber garantizar la conservación, la gestión y la restauración de las poblaciones loberas como parte de los ecosistemas españoles y, al tiempo asegurar la coexistencia con las actividades humanas allí donde habita.
En la reunión, las comunidades al norte del Duero ( Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León ) han vuelto a expresar su rechazo a que el lobo ibérico deje de ser considerado especie cinegética. Estas comunidades --en las que habita prácticamente la totalidad de los ejemplares-- habían solicitado aplazar la cita de este miércoles hasta que se aclarasen las dudas sobre la configuración final de la orden ministerial que prevé declarar al lobo especie protegida en el conjunto del territorio.
Este martes el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico abrió el trámite de información pública la orden ministerial que recogerá el acuerdo del jueves pasado en el Comité. El plazo para presentar alegaciones termina el último viernes de febrero, el día 26.
En la reunión, Galicia ha reiterado su postura contraria a incluir al lobo en el régimen de protección especial, conocido por sus siglas (Lesrpe) y fuentes de la Xunta han señalado que en 2020 se contabilizaron ataques de lobos a 2.400 cabezas de ganado.
En la misma línea, el presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, ha mostrado su oposición a la decisión del Gobierno y ha defendido el plan de gestión de la especie autonómico porque "defiende los intereses de la ganadería intensiva" y ha prometido usar "todos los instrumentos" a su alcance para garantizar seguir realizando sus propios controles de población.
Además en el Principado los grupos PSOE, PP, CS, IU y Foro Asturias han registrado una proposición no de ley conjunta en la que han expresado su "total rechazo" a la inclusión del lobo en el listado de especies silvestres de protección especial.
Por su parte, desde Castilla-La Mancha califican de "coherente" la inclusión del lobo en e Lerspe en línea con la normativa y procedimientos y celebran que la decisión de la semana pasada corrige una anomalía para reflejar la situación real del estado de conservación de la especie en el conjunto del territorio. No obstante, la decisión no afecta a Castilla-La Mancha, donde la especie está catalogada como 'en peligro de extinción'. De hecho calculan que apenas hay dos o tres manadas en el noroeste de Guadalajara y que en la zona genera daños a la ganadería extensiva "ocasionalmente".