«Las obras comenzaron sin avisar y no hemos visto ningún plano», indica el regidor de Cubillas de los Oteros
La Junta inicia los regadíos del Porma entre las protestas de los alcaldes
Los alcaldes de la zona de la margen izquierda del Porma han manifestado su contrariedad ante lo que debería ser una de las noticias del
Veinte años esperando, ocho de ellos con la etiqueta de obras de interés general para la nación, y cuando comienzan las obras de transformación en regadío de la margen izquierda del Porma, todo es «decepción y atropello», según algunos alcaldes de la zona. Lo que es sin duda una buena noticia, se apaga entre las denuncias de los agricultores de la zona, que llegan a asegurar que las máquinas llegaron «sin avisar» y «arramblaron con todo», incluso «con viñedos a punto de vendimiar» y «varios garbanzales». Fueron los alcaldes los que tuvieron que lidiar la situación, entre vecinos muy enojados y los operarios de las máquinas que, con toda la razón, sólo decían que cumplían órdenes. «Parece ser que ha habido una orden de la Junta para comenzar cuanto antes las obras y al principio empezaron con mucha fuerza y no nos dejaban vendimiar», explicaba el alcalde de Cubillas de los Oteros, Silvestre Cascallana. «Está claro que a nosotros nos interesa que lo hagan, pero no haciendo las cosas al revés, sino haciéndolo bien», apuntó. Eso sí, dejó claro que lo que no podía ser es que «sin saber nada, ni avisar para nada comiencen las obras y no nos enseñen ni un triste plano para saber por dónde van a hacer las parcelas». 2.200 hectáreas La Junta de Castilla y León comenzó hace un mes las obras de una de las seis fases que restan en la margen izquierda del Porma desde hace 20 años. Es decir, que durante estos días las máquinas han estado trabajando en el sexto sector, haciendo los caminos de la concentración parcelaria de 1.200 hectáreas. Para pagar los trabajos, la Junta de Castilla y León había presupuestado en noviembre del año 2000 unos 1,6 millones de euros -de aquellas, 267 millones de pesetas- e indicaba que los trabajos «podrían iniciarse en 2001, con un plazo de finalización de un año». Los trabajos consistían en revisiones de campo y reconcentraciones parcelarias para planificar las obras y marcar por dónde se llevarán las traídas de agua a las fincas incluidas como regadío en la zona. La novedad es en que todos los sectores, salvo el último que es muy pequeño, el agua llegará por tubería subterránea. En julio del año pasado la Junta de Castilla y León anunció que las obras comenzarían antes del 2001 y calculó que las obras de los seis sectores costarían un poco más de 51 millones de euros (8.500 millones de pesetas). «Intereses electoralistas» Pero pese a todo, desde el Ayuntamiento de Cubillas de los Oteros y la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Porma -Silvestre Cascallana es alcalde por el PSOE y el representante de los regantes, Matías Llorente, es alcalde de Cabreros del Río y diputado provincial del Grupo Socialista- la impresión que se tiene es que todo esto responde a «intereses electoralistas» al comenzar las obras «sin dinero para seguirlas» antes de las elecciones. La Junta presupuesta 1,2 millones de euros para ellas en el 2003. Una crítica que podría verse desde un punto partidista si no fuera porque desde el Ayuntamiento de Pajares de los Oteros, cuyo alcalde es del PP, también indican que «la obra es una chapuza de impresión, que tiene muy enfadada a la gente de la zona porque nadie les informa de ella». Es más, incluso algunos vecinos llegaron a afirmar que los técnicos les habían comentado que las obras eran «una patata caliente que les había tocado, que hasta enero no habría proyecto pero que tenían que tener terminadas las obras antes de mayo».