El lobo queda excluido de los planes de las reservas hasta concretar su estatus

El delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Juan Martínez Majo, presidió ayer de manera telemática las Juntas Consultivas de las Reservas Regionales de Caza de Riaño, Mampodre y Ancares con el objetivo de aprobar sus planes de caza para la temporada 2021-2022 a la que asistieron los alcaldes y representantes municipales de los pueblos que forman parte de estas reservas.

Para la Reserva de Riaño, en la que están integrados los cuarteles de caza de Oseja, Valdeón, Picos, Portilla, Boca, Riaño, Horcadas, Vegacerneja, La Uña, Liegos, Anciles y Las Pintas, se han concedido para la nueva temporada un total de 206 permisos de caza. En concreto, 58 serán para ciervo, 133 para rebeco y 15 para cabra montés. Asimismo, se ha aprobado la realización de 81 cacerías colectivas, 20 de caza menor y 61 monterías de jabalí. No se han concedido permisos de caza de lobo a rececho en la Reserva de Riaño.

Respecto a la reserva de Mampodre, en la que están integrados los cuarteles de caza de Isoba, Cofiñal, Redipollos, Lillo, Maraña y Valdelugueros, se han concedido para la nueva temporada un total de 87 permisos de caza de los que 32 serán para ciervo y 55 para rebeco. Asimismo, para esta zona se ha aprobado la realización de 2 cacerías colectivas de becada, 27 de caza menor y 25 monterías de jabalí.

Por último, en la reserva de Los Ancares, compuesta por los cuarteles de caza de Balouta, Tejedo, Guimara, Burbia, Villar y Fabero, también se ha aprobado el plan de caza para la nueva temporada que contempla la concesión de 56 permisos, de los que 5 serán para ciervo, 44 para rebeco y 7 para cabra. En el caso de las cacerías colectivas la junta consultiva de esta reserva ha aprobado la realización de 54 cacerías, 19 de caza menor, 35 monterías de jabalí.

«Estos planes de caza influyen directamente en las poblaciones de estas reservas para su desarrollo, bienestar y riqueza patrimonial», señaló el delegado territorial, Juan Martínez Majo. En este sentido, cabe resaltar que el número de expedientes de información sobre accidentes de tráfico provocados por especies cinegéticas durante el año 2020 ascendió a 505.

Dada la problemática que existe con la protección del lobo esta temporada no se va adjudicar ningún ejemplar frente a los tres lobos de la edición pasada.

Respecto al Fondo de Gestión, que es el dinero del 15% que generan los permisos, es la propia Consejería de Medio Ambiente quien decide en qué se gasta. «Esta cuenta está en Valladolid bloqueada y desconocemos porqué. Ese dinero está bloqueado y no sabemos cuándo se puede desbloquear para poder realizar obras de mejoras en la propia reserva de caza», según el alcalde de Riaño Fernando Moreno. El fondo para este ejercicio es de 111.023.77 euros a lo que habría que unir lo de la temporada pasada de caza. Se ha demandado que las entidades propietarias de los terrenos de caza tengan más poder de decisión para gestionar este fondo.

Lamentaron los propietarios que se hayan dejado muchas batidas sin cazar argumentando la Consejería de Medio Ambiente que no hay suficiente personal en la guardería. El planteamiento de los alcaldes es que si los ayuntamientos de Oseja y Valdeón ya no pueden cazar «el personal que había ahí designado sería suficiente para cubrir todos los permisos, ya sean de batidas colectivas o permisos individuales para llegar a ser efectivo el 100% del plan cinegético de cazar todas las piezas habiendo personal suficiente», según Moreno.

Los controles poblacionales del Parque Nacional de Picos de Europa va a supervisarlo el personal adscrito al propio parque nacional o a la reserva de esos dos valles puede pasar al resto de la reserva y cubrir todos los días de permiso. En otras comunidades como Cantabria siendo también reservas regionales hay otros modelos de segimientos de las batidas colectivas.»El mismo personal de la reserva en Cantabria llevan y hacer la vigilancia de varias batidas a la vez».