Ribera defiende que no se trata de «un capricho» y apuesta por lograr «la mejor gestión posible»
La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, abogó ayer por un mecanismo «solvente» para el lobo y la sociedad, con naturaleza «predecible» para instituciones y ganaderos.
Ribera ha respondido así durante la sesión de control al Gobierno a la interpelación urgente presentada por el diputado Isidro Martínez, del Grupo Parlamentario Mixto (GPM). La vicepresidenta ha afirmado que «no se trata de una decisión aislada ni de un capricho», ya que nace de la «necesidad de abordar los problemas no resueltos de convivencia entre ganadería extensiva y lobo». Esta decisión, ha recordado, cuenta con el aval del criterio científico que requiere ahora trabajo para lograr «el mejor consenso social y asegurar la mejor gestión posible» y cuya aprobación está en trámite, pues «se rige por un procedimiento extenso y que estamos llevando a la práctica con rigor».
Martínez, por su parte, ha criticado que esta medida de protección «no solamente tendrá efectos lesivos para el sector ganadero», sino que además afectará a la coexistencia con el lobo, «en perjuicio de la propia especie con el furtivismo, trampas, cepos crueles y veneno».