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Pese al éxito de público, el mercado del viernes sigue cuestionado por parte del comercio local

El zoco de la discordia

El mercado que desde el mes de mayo del año 2000 se celebra cada viernes en el recinto ferial de Las Rozas de Villablino se ha convertido en dos años

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Corresponsal de VILLABLINO. Cristina Vergara
León

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El mercadillo que cada viernes se celebra de 9.00 a 14.00 horas en el recinto ferial de Las Rozas ha conseguido desbordar todas las previsiones en éxito entre los vecinos, aunque sigue despertando recelos entre un sector del comercio lacianiego que se considera perjudicado por la iniciativa. Desde el Ayuntamiento se califica como un éxito este zoco semanal, que además de ser muy bien acogido por el público, le reporta a las arcas municipales 9.616 euros anuales. Desde sus inicios, este mercado ha logrado atraer cada semana a miles de personas de la comarca y de otras limítrofes hasta el mercado municipal de ganados, donde empezaron instalando sus puestos 144 vendedores ambulantes. Actualmente la cita semanal reúne a unos 80 vendedores, de los que sólo tres son comerciantes del valle, aunque durante los meses de verano el número se incrementa. El Ayuntamiento, con el fin de no saturar el mercado, sólo concede nuevas licencias cuando queda algún puesto libre. El concejal de Ganadería, Ferias y Mercados, José Méndez, señaló que «con esta cifra nos parece que el mercado está bastante completo, porque cuando hace mal tiempo los expositores se colocan en el interior, cubriendo el aforo en su totalidad». Inicialmente los puestos ambulantes se situaban tanto dentro como fuera del recinto, pero en la actualidad se colocan sólo en el exterior, excepto los días de lluvia, que se ubican dentro, salvo los comerciantes de alimentación por exigencias de Sanidad. El comercio local paga menos Así, las tarifas se han unificado independientemente de la ubicación y los vendedores pagan exclusivamente por el número de metros ocupados. El precio por instalar un puesto de seis metros es de nueve euros y de seis euros para los puestos de cuatro metros. En el caso de vendedores lacianiegos, que utilizan este escaparate por el que cada viernes pasan miles de visitantes, las tasas son de seis euros para puestos de seis metros de superficie y de 3,61 euros para los de cuatro metros. La oferta más amplia de esta cita comercial siguen siendo los productos textiles, que es el sector con más puestos ambulantes, aunque los relacionados con la alimentación están siendo de los más demandados por el público, ya que el mayor número de ventas se registra principalmente en los expositores que ofrecen frutas y hortalizas. En menor medida, se encuentran comerciantes que ofrecen calzados, cueros, ferretería, y otro tipo de productos. La puesta en marcha de Merca-Laciana se llevó a cabo por parte del Ayuntamiento de Villablino después de una larga polémica que se prolongó durante varios meses debido a la fuerte oposición de un amplio sector del comercio lacianiego, que consideraba perjudicial para sus intereses económicos la posibilidad de celebrar en Villablino un mercado semanal. La medida tuvo que ser consensuada con los comerciantes a través del Consejo Económico y Social y las diferencias entre los distintos gremios del colectivo fue el detonante que provocó la desaparición de la Asociación de Industriales del Valle de Laciana, Asival, aunque su disolución ya estaba dictada de antemano por la falta de apoyo de los socios. Para poder apostar por esta iniciativa, el consistorio lacianiego tuvo que aprobar en un pleno una ordenanza reguladora del comercio ambulante, así como la ordenanza fiscal reguladora de la tasa por ocupación de dominio público para el ejercicio de la venta ambulante. Acogida desigual en el sector Dos años y medio después de su puesta en marcha, el éxito de este mercadillo semanal, que inicialmente se celebraba cada viernes a excepción del tercero de cada mes, ha sido rotundo, aunque su aceptación es más desigual entre los vendedores lacianiegos. Los más perjudicados han sido los comerciantes del resto de localidades del valle y de algunos sectores como el de la alimentación, por ser estos los productos que más acogida tienen entre los compradores del mercadillo. Otros minoristas de Villablino afirman en cambio que sus ventas han crecido los días de mercado, mientras que el sector de la hostelería no ha notado tanto incremento de clientes como se esperaba.