Las explotaciones agrarias leonesas dejarían de percibir ayudas y de ser competitivas, según Ugal-UPA
El pacto franco-germano en la PAC liquidará el campo leonés en el 2007
El acuerdo alcanzado entre Francia y Alemania en la reestructuración de la Política Agraria Común de cara a la ampliación europea dejará tan só
«Europa quiere ampliarse a costa de los pobres para que les den su dinero a otros pobres». Matías Llorente fue así de explícito al explicar las consecuencias del pacto entre Francia y Alemania en la política de reparto a la agricultura y ganadería de la Unión Europea. Un pacto que sólo retrasará en cinco años el efecto de la supresión de ayudas a las explotaciones agrarias leonesas, «ya que después de la ampliación, España superará con creces la media europea de renta per cápita al incluirse los países del Este y dejará de percibir unas ayudas que necesita para poder competir con las explotaciones francesas y alemanas», apunta el sindicalista agrario. Reconversión forzada Y es que la agricultura leonesa y española no es igual que la centroeuropea porque esta última ha tenido muchos más años que el sector ibérico para reconvertirse y porque los costes de agua son nulos mientras que en la península gravan en exceso los precios de los productos. Para colmo, al recibir ayudas los nuevos países que se integren en la Unión, la avalancha de sus productos, mucho más baratos, hará que los cultivos españoles queden con una rentabilidad muy negativa. Con esta perspectiva, la agricultura leonesa sufrirá una reconversión forzosa muy peligrosa para la subsistencia del mundo rural. «Sólo podrían sobrevivir los grandes agricultores y las cooperativas que controlaran la producción, distribución y venta de sus productos y tampoco esto estaría claro», señaló Llorente. «El problema fundamental es la propiedad de la tierra en la provincia leonesa, donde el 60% de las tierras cultivadas son arrendadas, cosa que no considera la nueva reforma de la PAC», explicó el secretario general de Ugal-UPA. La Unión Europea paga las ayudas a la producción, pero los propietarios de las tierras en León cobran una renta ligeramente superior a la ayuda cobrada por el agricultor. «Esto hace que prácticamente la PAC no exista en León», señala Matías Llorente. Además, la provincia sufriría la pérdida del agricultor profesional, ya que, de confirmarse que la reforma se haga en los nuevos términos planteados en Bruselas, la mayoría de los agricultores en el mundo rural lo serían a tiempo parcial porque necesitarían de otro trabajo para sobrevivir con la poca renta que les quedaría al dejar de percibir las ayudas.