Los GAL esperan que el plan ante el reto demográfico se traduzca en proyectos «reales»

El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes un acuerdo por el que prevé destinar 10.000 millones a un Plan de Medidas ante el Reto Demográfico que cuenta con 130 medidas repartidas en diez líneas de actuación en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para hacer frente al reto demográfico y garantizar la igualdad en todo el territorio.

Un plan del Gobierno para hacer frente a la despoblación que nace en aras de la igualdad territorial y que tiene en el punto de mira a los municipios de menos de 5.000 habitantes. Un anuncio que ha suscitado interés entre los grupos de acción local (GAL) de la provincia leonesa por la dotación presupuestaria con la que cuenta, pero que esperan que se traduzca en proyectos «reales» a diferencia de otros planes frente a la sangría poblacional que no han tenido resultado.

El presidente del Grupo de Acción Local Poeda que atiende a las comarcas del Páramo, el Órbigo y el Esla, Miguel Ángel del Egido, asegura que «éste puede ser un buen momento para disminuir las diferencias de servicios entre la ciudad y el mundo rural, reactivando las comarcas en su más amplio sentido».

Según señala, «los ejes prioritarios parece que tocan todo aquello que necesita la ruralidad; desde la reforma de la financiación local, pasando por la cultura, el emprendimiento, la ecología, la transición digital….». Aunque Del Egido se muestra cauto porque «hay que leer la letra pequeña y exigir que estas inversiones no acaben como las de hace años, en pabellones cubiertos donde no juega nadie». Finalmente, el presidente de Poeda aboga porque «impulsemos, desarrollemos, fomentemos la industria, el comercio, la actividad agraria… Pero, por favor, que alguien con ‘materia gris’ suficiente y con conocimiento del mundo rural vigile en qué se invierte».

Por otro lado, la presidenta del Gal Cuatro Valles, Carmen Mallo, cree que el plan ante el reto demográfico servirá para impulsar las zonas rurales y no será un brindis al sol. «Es un paquete de medidas que ayudará a los territorios», asegura, a la par que matiza que «hace falta mucha unión y cohesión para que pueda desarrollarse»; una unión tanto en las administraciones como en los territorios. Además, Mallo afirma que se trata de un plan «muy bien definido y ambicioso» con un total de 130 líneas o medidas «dando protagonismo a jóvenes y mujeres». De hecho, prevé que este plan traerá consigo grandes frutos a las zonas rurales.

A juicio del presidente de la Asociación de Montañas del Teleno, Narciso Fernández, «la buena noticia de este plan es que, a diferencia de otros anteriores, cuenta con una dotación económica importante». «Esperemos que si la tiene, se para algo», matiza. Al respecto, señala que «será algo que veremos cuando lo pongan en práctica y eche a andar, pero hay que esperar a que se regule y salga la convocatoria». Un plan en el que tiene «esperanzas», pero reclama que «a la hora de tomar las decisiones importantes creo que se nos debería tener en cuenta».

Bajo el punto de vista de la presidenta de la Asociación Intermunicipal para el Desarrollo Local de la Zona de Sahagún (Adescas), Pilar Calvo, «la música suena muy bien para el mundo rural, sin duda, pero ahora falta el despliegue de todo esto, la implementación real, la tan cansina burocracia, el desarrollo normativo, para que al final, todos esos millones de euros acaben donde se pretende, en proyectos reales que generen desarrollo y bienestar para el mundo rural».

En ese sentido, Calvo cree que la pregunta ahora es si desde la administración, se tendrá en cuenta a los GAL para gestionar este ‘Plan Marshall’ o les obviará. «Desde Adescas opinamos que dada la trayectoria y la experiencia acumulada, se nos debería tener en cuenta para conseguir un desarrollo integral, endógeno, participativo y global», añade; ya que sostiene que «hemos demostrado que sabemos gestionar con eficacia, eficiencia y transparencia los millones de Euros de Fondos Europeos que han llegado a cada empresario rural y a cada pequeña localidad».

Más critico se muestra el presidente del GAL Montaña de Riaño, Borja Fernández, que piensa que con el tema del mundo rural y la España vaciada «se está haciendo mucha demagogia». «Una vez más se han creado unas líneas de ayudas para luchas contra la despoblación sin contar con el medio rural y considero que es el medio rural el que tienen que hablar y decir lo que tenemos que hacer»; que asegura que nada va a ser posible si no existen en los pueblos una conectividad «total y de garantía» como la que hay en las ciudades.

«El dinero se tienen que gestionar desde los ayuntamientos con declaraciones responsables y sin tanta burocracia que al final cuesta mucho dinero», defiende Fernández, que exige que 10.000 millones de euros del plan sean para inversiones y no «para crear por el camino puestos de trabajos tontos y de mero trámites».

Por último, el presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Comarca Berciana (Asodebi), José Luis Ramón, «la administración no solo tiene que aportar dinero; está bien pero no es suficiente porque anteriores planes contra la despoblación no han dado resultado». «De nada sirve poner dinero si luego quitan los médicos o los maestros», señala Ramón, que cree que es «contradictorio»; por lo defiende que «la solución pasa por poner en práctica la prestación de servicios de educación o sanidad, y que luego venga acompañada de esa dinamización del territorio».

Información elaborada por: Alejandro Rodríguez, Armando Medina, José María Campos, Vanessa Araujo y Acacio Díaz.