Los alcaldes dejan las ferias y las fiestas en manos del avance de la situación sanitaria

Tras un pasado verano en 2020 atípico en cuanto a actividades, ferias y fiestas se refiere —como consecuencia de la pandemia del covid-19—, se avecina de nuevo un periodo primaveral y estival en 2021 que está marcado por la incógnita de qué actividades se podrán celebrar o cómo realizarlas. Una serie de eventos que requieren ser programados con antelación, pero para los que por el momento no existe pautas dictadas por las administraciones superiores. Por ello, son muchos los ayuntamientos que no tienen claro cómo actuar al respecto.

En el caso de La Bañeza, este pasado fin de semana estaba programada la Feria del Stock, la primera de sus siete ferias. Una cita que, el alcalde bañezano, Javier Carrera, decidió suspender porque «barajamos realizarla sólo con comercios de La Bañeza, pero aún así es difícil cumplir con todos las medidas sanitarias y de seguridad». En cuanto a las demás ferias venideras, así como actividades o las fiestas patronales, Carrera señala que «depende de cómo avance la situación veremos qué podemos hacer, pero nosotros somos partidarios de hacer todo lo que sea posible como ya demostramos el verano pasado cumpliendo todas las normas de seguridad». «Siempre hay que mirar al futuro porque saldremos de esta situación y la vida tiene que continuar, por lo que creo que merece la pena intentar hacer lo de que se pueda de la manera que sea posible», remarca.

En la Montaña Oriental, el alcalde de Cistierna, Nicanor Sen, apunta que de momento la romería de San Guillermo de la localidad permanece suspendida a la espera de lo que determine la Junta, dado que el estado de alarma finaliza el 9 de mayo y la romería es el 28 de mayo. «Hasta el momento desconocemos qué planteamiento tiene la Junta, aunque lo que nos está sorprendiendo es que algunos feriantes ya han pedido permiso en el Ayuntamiento para reservar espacio el fin de semana de esta festividad de San Guillermo», indica Sen. Al respecto, añade: «no sabemos qué es lo que quiere hacer la Junta una vez finalizado el estado de alarma y cuando preguntas no te adelantan nada ni se comprometen a decir nada las veces que les hemos preguntado»; por lo que cree que lo mejor es esperar a mayo.

Por su parte, el Ayuntamiento de San Emiliano tiene previsto celebrar su tradicional concurso de la raza equina del Hispano-Bretón en el mes de agosto. «Hemos dejado un presupuesto reservado para esta celebración», explicó el regidor del municipio, Basilio Barriada, que apunta que «tenemos idea de celebrarla, pero estamos sujetos a la crisis sanitaria», considerando que todavía «es algo precipitado dar un sí o un no rotundo».

Por su parte, el concejal de Fiestas de Villablino, Ángel Gutiérrez afirmó que ya están organizando algún acto para celebrar las fiestas patronales de San Roque, pero siempre «con los condicionantes que tenemos ahora y según vaya evolucionando todo». Unos actos que por el momento no pasan por conciertos o actuaciones donde no se puedan cumplir con las medidas sanitarias.

Por suspendidas da las fiestas en honor a San Miguel —que tendrían lugar a principios de mayo— de Grajal de Campos su alcalde, Francisco Espinosa, que piensa que «debemos priorizar la salud y bienestar de los vecinos a todo tipo de fiestas. Cuando superemos la situación ya tendremos la oportunidad de celebrar todo lo que haga falta».

Lo mismo sucede en el sur de la provincia donde los alcaldes viven inmersos en la incertidumbre de no saber qué va a pasar. «Pues todo depende de cómo evolucione la pandemia», decía hace unos días el alcalde Valencia de Don Juan, Juan Pablo Regadera. Y en términos similares se manifestaban otros.

Bien es cierto que en esta zona las grandes celebraciones tienen lugar en septiembre como las fiestas de Valencia de Don Juan, Santa María del Páramo, Villamañán o la feria del Pimiento de Fresno de la Vega. Y parece que tiempo juega a su favor y, de momento, no hay nada suspendido.

También está en el aire toda la programación veraniega (las ferias de vino de Valdevimbre, Pajares de los Oteros o Gordoncillo son en agosto). Entre más cerca estén en el tiempo más difícil parece su celebración.

Sin el mejor escaparate

Bajo su punto de vista de organizadora de ferias (como el Salón del Queso o el Salón del Chocolate de Astorga), Marta Taboada, asevera que «esto esta siendo una ruina, tanto para los organizadores como para los productores, que al final son los más afectados». En ese sentido, detalla que «sin ferias los productores artesanos han perdido entre el 70% y el 80% de sus ventas». «Ha habido comunidades donde se han hecho ferias con todas las medidas de seguridad y no se han producido problemas, no entiendo porque en Castilla y León no puede ser igual cuando hay mercados», lamenta Taboada, que critica que «estos productores, que están apostando por poner en valor el territorio, se han quedado sin su mujer escaparate que son las ferias y no han recibido ninguna ayuda».

Información elaborada por: Alejandro Rodríguez, Armando Medina, José María Campos, Vanessa Araujo y Acacio Díaz.