Crimen de Astorga
Veintiocho años y medio de cárcel para el policía jubilado que mató a su mujer
La Audiencia le culpa también de asesinato en grado de tentativa contra el vecino
La Audiencia Provincial de León ha condenado al policía jubilado de Astorga por asesinar a su mujer, y que también intentó matar al vecino con el que su esposa mantenía una relación sentimental, a una pena de prisión de 28 años y medio.
En concreto, el fallo impone 21 años de prisión por el delito de asesinato de su mujer, concurriendo las circunstancias agravantes de parentesco y de género y le condena también por asesinato en grado de tentativa contra su vecino a la pena de siete años y seis meses de cárcel.
Asimismo, la sentencia recoge que el condenado deberá indemnizar a su hijo y a su hija por el asesinato de su madre con una cuantía de 25.000 euros a cada uno por perjuicios materiales y morales. Por otro lado, tendrá que indemnizar al vecino que intentó asesinar con 30.079 euros por perjuicios materiales y morales como consecuencia de las lesiones sufridas. El condenado debe, además, indemnizar a Sacyl con la cantidad de 5.418,26 euros en concepto de gastos de asistencia médica prestada al vecino lesionado.
Agravante de género
De acuerdo con el veredicto del jurado popular, el juez considera en la sentencia como hechos probados que el día 24 de julio de 2018, sobre las dos y media de la madrugada aproximadamente, y provisto de un arma de fuego, el policía jubilado disparó contra su esposa en el domicilio en el que ambos convivían, sito en la calle Santa Colomba de Astorga, «alcanzándole en pleno rostro y produciéndole la muerte casi inmediata»; tras haber forcejeado previamente con la víctima arrebatándole el teléfono móvil y viendo que se hallaba intercambiando mensajes de contenido amoroso con el vecino del piso de arriba.
Considera hechos probados también que el disparo tuvo lugar entre uno y dos metros aproximadamente de distancia, sin posibilidad alguna de defensa por parte de la víctima y que cuando disparó a su esposa «lo hizo sabiendo lo que hacía y con intención de causarle la muerte»; por lo que descarta que el disparo se produjera de forma «fortuita» como alegó el condenado.
El fallo reconoce que el delito cometido por contra su esposa estuvo motivado por razones de género, es decir, «por un afán de mostrar la superioridad del hombre sobre la mujer víctima, y por un ánimo de dominación».
Por otro parte, el juez considera probado que tras matar a su mujer, el policía jubilado subió al piso de arriba en el que se encontraba el vecino, pico al timbre y al abrirle le apuntó con el revólver y le dijo «hijo de puta, desde cuando te estás follando a mi mujer». Ve probado también que, seguidamente, el vecino intenta calmarlo y hace ademan de ir hacia el ahora condenado para arrebatarle el arma, instante en el que el acusado efectúa un disparo a metro y medio o dos metros, alcanzando la bala a en el hombro derecho del vecino, llegando a poder sujetar las manos del policía jubilado y cayendo los dos al suelo, forcejeando hasta la llegada de la Policía. Además, el fallo recoge que cuando disparó al vecino sabía lo que hacía y con la intención de causarle la muerte.