Diez ovejas muertas a cien metros del casco urbano en Palacios del Sil
Hace algo más de dos meses que los vecinos de Palacios del Sil empezaron a notar un cambio en el comportamiento de los lobos. En una zona de montaña como esta, siempre los ha habido, pero ahora merodean a escasos metros del pueblo y a plena luz del día. Han visto hasta cuatro juntos en las inmediaciones de la playa fluvial y hace tan solo unos días acabaron con un rebaño entero de ovejas que pastaban en un finca particular ubicada a poco más de cien metros de las primeras casa del pueblo. Mataron diez y dejaron a una malherida. También quedaron las crías porque estaban estabuladas en la cabaña anexa al prado, pero tendrá que sacrificarlas. El propietario ya ha tirado la toalla, después de que el año pasado los lobos le mataran también siete animales.
El alcalde de Palacios, Roberto Fernández, mostró ayer su enorme preocupación por lo que está sucediendo. El tema ya ha sido puesto en conocimiento de los agentes forestales, que han hecho los partes oportunos tras la muerte de la ovejas, y el regidor tiene intención de hablar esta semana con la jefa del Servicio Territorial de Medio Ambiente para explicarle lo que está pasando. Entre los vecinos hay temor y especialmente inquietos están los propietarios de ovejas, vacas y caballos, porque es tiempo de sacar al ganado de los establos para que pasten en el exterior y temen nuevos ataques. También ha habido alguno en el pueblo de Cuevas y en Salientes, aseguró el alcalde.
El último ataque
Se produjo al mediodía. El ganadero se encontró con los cuerpos cuando fue a dar de mamar a las crías
«Los estamos viendo a la luz del día y de manera constante. Hace quince días que la gente ha empezado a sacar el ganado y tememos que empiecen a multiplicarse las muertes. No entiendo el comportamiento que están teniendo los lobos, merodeando cerca del pueblo a cualquier hora. Se dejan ver sin mayores problemas», explicó Roberto Fernández.
Prevenidos como están por la cercanía de los lobos en las últimas semanas, los vecinos extreman las precauciones y aún con ello hay problemas. En el caso del ganadero que ha perdido todas las ovejas por segunda vez, los hechos se produjeron en plena tarde. «Me mataron las ovejas a mediodía. Yo siempre las saco a las diez de la mañana y las vuelto a guardar a última hora de la tarde precisamente porque sabemos que no andan lejos, pero cuando fui hasta la finca para darle de mamar a los corderos, ya las encontré a todas muertas», relató Alipio González.
Totalmente desprotegidos. Así se sienten los propietarios de ganado de esta zona de montaña al ver como no pueden hacer nada para ponerle coto al lobo. Además, sin la existencia de un seguro privado, no hay ningún tipo de cobertura. Lo que mata el lobo, lo pierden.
Tampoco hay que olvidar que las zonas por las que han visto merodear a los lobos, bien en pareja o en grupos de cuatro —explicó el alcalde— son zonas de uso habitual por parte de los vecinos, especialmente la zona de recreo de la playa fluvial ahora que se avecina buen tiempo.