Un hito para la diócesis asturicense
Las enfermeras mártires de Astorga ya son beatas
La catedral acogió ayer la celebración de la beatificación de las tres jóvenes laicas, Pilar Gullón, Octavia Iglesias y Olga Pérez-Monteserín que fueron fusiladas en Pola de Somiedo en 1936 durante la Guerra Civil
Un hito y un momento de gracia para la diócesis de Astorga. La catedral asturicense acogió ayer por todo lo alto —respetando todas las medidas sanitarias por la pandemia— la celebración de la beatificación de las enfermeras laicas, mártires de Astorga, Pilar Gullón, Octavia Iglesias y Olga Pérez-Monteserín, asesinadas in odium fidei en Pola de Somiedo (Asturias) en 1936 durante la Guerra Civil española.
Muchos diocesanos, procedentes de las distintas zonas de la diócesis, dieciséis obispos, entre los que se encontraba el nuncio de su santidad en España, Bernardito Auza; el cardenal Ricardo Blázquez o Carlos Osoro, entre otros; así como más de ochenta sacerdotes, familiares de las tres beatas, participaron en lo que ha sido un acontecimiento histórico en la iglesia de Astorga.
El cardenal Semeraro durante su homilía. DIÓCESIS DE ASTORGA
La celebración dio comienzo con la procesión de entrada, desde la sacristía hasta el presbiterio, presidida por el representante del Santo Padre, el cardenal Marcello Semeraro, acompañado por los concelebrantes.
Tras el acto penitencial, empezó el rito. El obispo de Astorga, Jesús Fernández, acompañado de la postuladora de la causa, Mª Victoria Hernández, pedían que se procediera a la Beatificación de las tres mártires laicas de Astorga. Seguidamente, se daba lectura de las circunstancias del martirio a cargo de la postuladora, quien leía una breve semblanza biográfica de las enfermeras. Inmediatamente después, Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, daba lectura a la carta apostólica del Papa Francisco por las que se proclamaban beatas a las tres mártires laicas de Astorga.
Un instante de oración durante la beatificación. DIÓCESIS DE ASTORGA
Uno de los momentos más esperados por los presentes fue el descubrimiento del cuadro con la imagen de las nuevas beatas. Posteriormente, dio comienzo la procesión con las reliquias de las beatas, portadas a la arqueta de San Genadio por familiares.