«Me alegra que la sociedad se acuerde de nosotros, que estamos aquí, trabajando»

Con muchísimo orgullo y agradecimiento. Así recogió ayer Noelia Aparicio uno de los reconocimientos más importantes que puede recibir una persona en este país, el de ciudadana ejemplar.

Esta mujer ganadera, de la Milla del Río, fue una de las 24 personas que recibieron de manos del Rey Felipe VI la Orden del Mérito Civil en reconocimiento por su esfuerzo y dedicación desinteresada «anteponiendo el bien común al propio». Y es que si de algo sabe Noelia es de esfuerzo y dedicación, ya que junto a su marido, Manuel Álvarez, ha sacado adelante de la nada «porque nadie nos ha regalado nada» —puntualiza— una explotación de ovino que cuenta con casi 650 cabezas.

«Son cuatro horas de ordeño por la mañana o otras tantas por la tarde. Aquí no hay descansos, nuestra vida es nuestro trabajo», explica una emocionada Noelia.

Por eso, aunque la auténtica protagonista de ayer era ella, quiso hacer extensible su reconocimiento a su marido y a sus dos hijos, ya que juntos trabajan por sacar su proyecto ganadero adelante, con nuevos retos a la vista, como una nueva ordeñadora más grande, con nuevas esperanzas y con un futuro prometedor a costa del trabajo y la dedicación de su familia. «Mi hijo trabaja con nosotros, pero mi hija, que es ingeniera en robótica en la Universidad de León, siempre que la necesitamos nos ayuda, por eso esta medalla y para todos», explica Aparicio.

Tras recibir el premio de manos de una familia real «encantadora, muy cercana y amable», Noelia Aparicio quiso también acordarse muy especialmente del sector que representa, el ganadero, el ovino. «Es un orgullo que se acuerden de nosotros, que sepan que estamos aquí trabajando muy duro, intentando sacar adelante productos de calidad, apostando por una economía circular y un comercio de proximidad que nos ayude a todos a ser más respetuosos con lo nuestro, con lo que producimos». Y es que a esta mujer emprendedora nadie la tiene que dar lecciones de sostenibilidad ni de ecologismo. «Amamos a nuestros animales y basamos nuestro trabajo en su bienestar, en contra de lo que puedan pensar los animalistas».

Aparcicio recuerda como hace una semana la cooperativa de la que forma parte la avisó, «te van a llamar de la Casa Real, no te asustes», me dijeron. «Me quedé blanca, o eso me dijo mi marido cuando se lo conté, y luego no di pie con bola en todo el día», recuerda Noelia. «Luego cuando me dijeron que tenía que ir con mi marido o con quien yo quisiera a Madrid a recoger el reconocimiento, les dije que no podía, que quién iba a cuidar de la explotación si faltamos nosotros. Afortunadamente, entre mis hijos y los compañeros de la cooperativa, hemos podido venir y disfrutar de esta maravillosa experiencia».

La ceremonia tuvo lugar en el Palacio Real en presencia de la Reina Letizia, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía.

En su discurso, el monarca destacó que con esta ceremonia se busca reconocer «los méritos de ciudadanos, de hombres y mujeres ejemplares de todo nuestro país». Los condecorados en esta ocasión —la tercera que se organiza tras las de 2015 y 2019 coincidiendo con el aniversario de su llegada al trono—son 16 mujeres y ocho hombres de todas las comunidades autónomas, Ceuta y Melilla con edades comprendidas entre los 30 y los 74 años.

Hoy es «un día para el reconocimiento y la gratitud a las personas que, con su trabajo diario, su esfuerzo y su dedicación, casi siempre en silencio y sin protagonismos, sirven ejemplarmente a la sociedad de la que forman parte», defendió don Felipe.