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Un futuro fructífero para los osos

La Fundación Oso Pardo coordina el proyecto «Osos Con Futuro» para mejorar la previsión de vida de esta especie en peligro de extinción, plantando bosques de arboles frutales y apoyando el trabajo local

Publicado por
León

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La población de osos pardos se ha visto amenazada a lo largo de los años por la acción del hombre, sufriendo, como otras tantas especies, las consecuencias de la deforestación y la reducción de hábitats. Teniendo esta problemática presente, la Fundación Oso Pardo (FOP) desarrolla acciones para facilitar la adaptación de la especie al cambio climático. Gracias a diferentes políticas europeas, como el proyecto Osos con Futuro , se llevan a cabo iniciativas, como la reciente recogida de semillas de arboles frutales. El pasado mes de junio se recogieron 100 kilográmos de cerezas en el norte de la provincia. Esta especie frutal está protegida y solamente puede recogerse en rodales declarados como fuente semillera. Esta partida ha sido recolectada de la Fuente Semillera de Cubillos del Sil, bajo la supervisión de agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León. Las cerezas fueron posteriormente trasladadas al Vivero Forestal Central de la Junta de Castilla y León, donde se limpiaran y prepararan al rededor de 60.000 semillas. Una de las causas de la despoblación de los osos es la escasez de alimento en su entorno natural, por lo que este proyecto ha iniciado campaña de recolección de semillas de frutales autóctonos para su posterior siembra, ayudando a aumentar las reservas de alimento. En esta iniciativa también destaca la utilización de mano de obra local, con personas desempleadas o cuadrillas populares. Fernando Ballesteros, coordinador del proyecto, destaca la utilización de arboles de fruto carnoso y confía en que, en los próximos años, los arboles plantados sirvan de alimento para nuevas generaciones de osos. El proyecto tuvo su punto de partida el pasado 2020 y se desarrollará hasta marzo de 2025, cinco años en los que se espera adaptar la zona al cambio climático. Según estudios recientes de la FOP, las precipitaciones han disminuido un 15% y se prevé que para el año 2040 la temperatura invernal subirá en torno a 2 grados, afectando al proceso de hibernación. El calentamiento global hace que los osos inviernen más tarde o incluso que no lo hagan, este hecho, acompañado con el aumento de actividades recreativas en la naturaleza, hace que haya más posibilidades de encuentros entre osos y personas. Un ejemplo de la disminución de alimento se encuentra en especies sensibles como el arándano, que ha disminuido en la dieta de los osos de la zona. Es importante la conservación de las diferentes especies arbóreas para crear una reserva de alimento que ayude al crecimiento de la población de osos, mediante la plantación de pequeños bosques frutales. Este proyecto también busca sensibilizar a la población sobre esta problemática y orientar sobre el desarrollo de actividades invernales en áreas oseras para facilitar la conservación de la especie.