Proyecto Cultrural | '28 años apostando por el territorio'
Cuatro Valles exige «ser escuchado» por las administraciones superiores
Reclama una «mayor fiscalización» para el medio rural y un reparto «justo» de los fondos europeos
Proyecto CultRural celebrado ayer en la sede del Grupo de Acción Local Cuatro Valles. RAMIRO
Los miembros del Grupo de Acción Local (GAL) Cuatro Valles defendieron ayer la necesidad de «ser escuchados» por parte de todas las administraciones superiores para poder solucionar los problemas de despoblación a los que se enfrenta el medio rural y, en concreto, los de los 25 municipios de las comarcas de Laciana–Alto Sil, Babia, Luna, Omaña, Alto Torío, Alto Bernesga y Cepeda que abarca.
Esta fue una de las reclamaciones principales en la que coincidieron ayer durante un nuevo Proyecto CultRural que organizó el Diario de León bajo el título ‘GAL Cuatro Valles, 28 años apostando por el territorio’ y que se celebró en la sede de la propia asociación —ubicada en la Avenida Manocho de Canales-La Magdalena—; lugar en el que atienden todas las necesidades que requieran los emprendedores de sus pueblos.
En la mesa redonda que fue moderada por el director de Diario de León, Joaquín S. Torné, participaron la presidenta de Cuatro Valles y alcaldesa de Murias de Paredes, María del Carmen Mallo, junto con el vicepresidente de la asociación y regidor de Matallana de Torío, José García, la gerente y la técnica del GAL, Marta García Suárez y María del Mar García Alonso, respectivamente, además de la emprendedoras de Recados Rurales, Cristina Mayo y Sara Velasco.
Durante el debate, los presentes coincidieron también que los emprendedores rurales urgen una «mayor fiscalización» que sea «favorable» en comparación con las ciudades al entender que no trabajan en las mismas condiciones. Además, resaltaron que los fondos europeos requieren de un reparto «justo y equitativo» dependiendo de la ubicación de los grupos de acción local y de la extensión de los municipios que abarquen.
En ese sentido, se puso el ejemplo de las dos mujeres de Recados Rurales —proyecto que nació en plena pandemia para ayudar en todos los trámites y servicios digitales a los vecinos de Omaña y Luna y que tienen su oficina en La Magdalena—, que detallaron sus problemas a la hora de emprender sus proyecto y en lo «vital» que fue el apoyo del GAL Cuatro Valles para que se hiciera realidad.
No obstante, desde Cuatro Valles reiteraron su «compromiso» de seguir trabajando por conseguir todo tipo de fondos europeos que sean posibles, además de los del programa Leader, para que los jóvenes tengan la oportunidad de poder quedarse a vivir en sus pueblos. Sin embargo, remarcaron que la falta de servicios y de buena conexión a internet es un «lastre» a la hora de crear esas oportunidades; aunque Mallo concluyó que «es algo en lo que los ayuntamientos tenemos poco que hacer porque depende de los de arriba».