Atraco de película en Fontecha: gas pimienta, armas, retención de dos personas y dinero

Tres encapuchados atracan a punta de pistola a un matrimonio en su casa de Fontecha del Páramo. La vivienda está ubicada junto a la carretera CL-622, al lado de la gasolinera de la que las víctimas son propietarios.

Eran las sobre las once la noche de este lunes cuando Santiago Pellitero, que había salido a buscar hielo para tomarse un refresco, oyó gritar a su mujer. «Pensé que algún hijo había tenido un accidente o algo así. Fue lo primero que me vino a la cabeza», comenta. Pero no. Al llegar a la cocina se encontró con un individuo que ya había reducido a su mujer con una pistola, que al entrar rápidamente le apuntó a él. «Además nos echaron gas pimienta que te deja inútil un rato. Te empiezan a picar los ojos y no te deja ver», continúa.

En un primer momento encerraron al matrimonio en el baño, pero luego les dejaron salir. Mientras uno de los asaltantes vigilaba a la pareja con el arma, otros dos revolvieron toda la casa en busca de dinero u otro botín que llevarse.

Fueron media hora o tres cuartos interminables. «El susto de mi vida, porque no te imaginas que esto puede pasar aquí. Oyes que ocurre en zonas de chalets de gente con mucho dinero, pero aquí...», dice Pellitero.

Los ladrones ni siquiera tuvieron que forzar cerraduras porque las puertas de la vivienda estaban abiertas.

Tras el desvalijo, los cacos se fueron y las víctimas dieron aviso a la Guadia Civil. Hasta el lugar se trasladaron varias patrullas y sanitarios que realizaron un chequeo a las víctimas.

Los hechos fueron también confirmados ayer por la Subdelegación del Gobierno, que lo calificó como «robo con violencia». Según explicaron, los ladrones se llevaron dinero en metálico aunque no precisaron cuánto ya que la investigación sigue abierta. Además confirmaron que no hubo que lamentar lesiones en la pareja.

También informaron que la línea de investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil trabaja con la hipótesis de que «probablemente la pistola fuera simulada».

Según cuenta Santiago Pellitero, una de las víctimas, «yo creo que la persona que nos vigilaba tendría unos treinta y pico años. Me da que no son de muy lejos y nos tenían controlados. Mi hijo, que es el que lleva ahora la gasolinera porque yo ya estoy jubilado, había cerrado la gasolinera media hora antes».

Pellitero señala que no es la primera vez que intentan robar la gasolinera, «pero jamás pensamos que nos vendrían a casa. Hace un mes y pico intentaron robar la gasolinera haciendo un butrón con un coche que luego apareció en un camino quemado a pocos kilómetros».