Emprendedores en el campo
Una empresa leonesa presenta un dron capaz de fumigar seis hectáreas de terreno a la hora
Baltor pretende crear un equipo de pilotos para «potenciar el empleo en el medio rural y ganar eficacia en el campo»
Las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en todos los sectores, incluso en la agricultura que, poco a poco, se adapta a los tiempos actuales con implementaciones y mejoras que prometen, no solo economizar tiempo, dinero y esfuerzo sino también ayudar a minimizar el impacto en el medio ambiente.
Con estos objetivos, Judith Falagán Martínez, cabeza administrativa del proyecto y natural de Santibañez de la Isla junto con Rubén Alonso Morán, de San Félix de la Vega, se han propuesto implementar la utilización de drones, pequeños vehículos aéreos teledirigidos, para acciones de fumigación «más eficientes».
Bajo el nombre corporativo de Baltor, este matrimonio desarrolló ayer una presentación en la que pudieron hacer una demostración del trabajo que realizan y pusieron en valor sus objetivos. Con este proyecto Alonso ha conseguido unir dos mundos que le apasionan, la aviación y el campo. «Soy piloto en activo del Ejército del Aire, piloto de caza de combate y de la aeronave del Eurofighter», de esta forma puede actuar como asesor de seguridad aérea en el proyecto.
La profesión de aviador hace que tengan que estar bastantes temporadas lejos de casa. «A pesar de ello somos muy leoneses y siempre nos gusta venir a la tierra cada fin de semana que podemos e intentar crear aquí un poco de empleo para la gente que se está yendo» y exponen uno de sus objetivos principales. «Nuestra idea es crear aquí un equipo de pilotos de drones para generar empleo», explica.
Menos disolución
El producto se disuelve en menor cantidad de agua con lo que se genera menos impacto ambiental
En palabras de Alonso «la legislación actual para este tipo de aplicaciones aéreas aún esta un poco obsoleta. «Es bastante complicado a nivel de permisos porque necesitas un curso específico de piloto de dron», por este motivo la empresa pretende ayudar a obtener los permisos para la realización de esta actividad. También se lamentan que aún no pueden utilizar estos dispositivos con productos fitosanitarios porque «estamos limitados por la normativa fitosanitaria que es del 2012 y la tecnología está evolucionado más rápido, pero preveémos que eso va a cambiar pronto como esta pasando en el resto de Europa».
El mundo del campo ha estado ligado a la vida de ambos leoneses desde que nacieron. «Ahora necesitamos asesoramiento de personas que entienden del campo para saber qué clase de productos utilizar en cada plantación, es una sinergia entre los dos mundos para conseguir objetivos comunes».
El deposito del dispositivo tiene una capacidad de diez litros con los que puede trabajar una hectárea en unos escasos minutos, lo que disminuye el tiempo de aplicación de forma significativa. Alonso traslada que «con un buen equipo de apoyo se pueden hacer seis hectáreas a la hora» y también comenta que «lo que más suele chocar a la gente es que utilizamos muy bajo volumen de agua, con lo cual prácticamente aplicamos el mismo producto pero diluido en menos cantidad».
Al utilizar menos agua y hacer un trabajo más preciso, aseguran que «se evita contaminar el ambiente y es una técnica más segura y rápida para el agricultor».