Escuela de ultraligeros de Villamarco
Una experiencia de altura al alcance de todo el mundo
El aeródromo se presenta como un espacio en el que «cualquier persona se puede adentrar en el mundo de la aviación de forma sencilla y económica» y pretende eliminar los prejuicios de todo lo que tiene que ver con los aviones ultraligeros
El centro cuenta con varios hangares en los que se realizan reparaciones de aeronaves. fERNANDO OTERO PERANDONES
Volar fue durante mucho tiempo una de las mayores aspiraciones del hombre y con la llegada de la aviación muchas personas pudieron satisfacer sus inquietudes de emprender el vuelo, sin embargo, muchas otras piensan que es un «privilegio» relegado para unos pocos y desde la Escuela de Ultraligeros de Villamarco, establecida en 1994, quieren cambiar lo que consideran una «imagen elitista» de esta actividad.
Carlos Martínez Fernández, responsable del centro, traslada que «la gente tiene una impresión equivocada de los ultraligeros, se piensan que es algo que no está a su alcance y es un mundo demasiado desconocido, pero no es un pasatiempo para ricos», según comenta, «aquí puede venir cualquier persona, nos dedicamos entre otras cosas a formar pilotos de ultraligero como si fuera una autoescuela, les asesoramos y les damos prácticas para que puedan superar sus exámenes». Además, la escuela también realiza vuelos de iniciación, rutas turísticas y se encarga del montaje y reparación de este tipo vehículos.
Martínez también opina sobre las ventajas de este tipo de aeronaves declarando que «es una forma muy rápida y cómoda de desplazarse, en muy pocas horas te vas a la otra punta de la península porque vuelas en linea recta sin obstáculos y puedes llevar equipaje».
El piloto también comenta que «los costes operativos son muy pequeños, pagamos menos seguro que cualquier coche o moto grande y el coste del desplazamiento es notablemente inferior comparado con los desplazamientos en carretera», además pretende conseguir que la población no tenga miedo a volar en ultraligero diciendo que «nadie baja diciendo que no quiere volver a subir, todo el mundo que lo prueba quiere repetir».
«Desde el aire todo cambia» incide Martínez, que se lamenta de como son pocas las personas que conocen que existe un centro de ultraligeros a unos escasos treinta minutos del centro de León. «Aquí puedes venir y probar la experiencia de volar por un precio asequible», sostiene, a la par que añade que «en ultraligero se puede ir a donde se quiera, se calcula la ruta y desde cuarenta euros se puede viajar de forma cómoda y rápida».
Actualmente la legislación no permite a los aviones ultraligeros utilizar los aeropuertos comerciales, a diferencia de otros países de Europa «estamos como diez o quince años atrasados en este tema», reclama Martínez que también apunta que «por suerte hay muchos aeródromos repartidos por toda España».
La Escuela de Ultraligeros de Villamarco ofrece crear una forma «sencilla, divertida y económica», de adentrarse en el mundo de la aviación y «cambiar las ideas preconcebidas» del mismo y para ello «no hay mejor forma que acercarse a descubrir las instalaciones en las que ya se han formado a más de 150 alumnos» resalta Martínez, que espera la llegada de nuevos visitantes.
Vista aérea de las instalaciones del aeródromo. FERNANDO OTERO