El crimen de Mansilla
La Audiencia estudiará un recurso sobre pruebas de inimputabilidad
La defensa del autor confeso solicita nuevas diligencias y el resto de las partes se oponen
La Audiencia Provincial decidirá si las pruebas de inimputabilidad solicitadas por la defensa del autor confeso del crimen de Mansilla se ajustan a derecho o si por el contrario no son procedentes, como sostienen el Ministerio Fiscal y la acusación particular.
El crimen ocurrió el 18 de abril del presente año. Un joven acabó con la vida de su expareja tras no poder soportar la ruptura de la relación sentimental y en la certeza no probada de que estaba iniciando otra vinculación afectiva con un nuevo varón. Le propinó una paliza en su casa y acabó con su vida de una cuchillada que rompió la hoja del arma blanca por la violencia.
La psiquiatra que trataba al sospechoso aseguró en sede judicial que el autor confeso de los hechos sufría un trastorno límite de personalidad que mezclado con adicción a las drogas y el alcohol podía convertirlo en una bomba de relojería.
No fue la única especialista en esta materia en pasar por los juzgados durante la instrucción, por cuanto la batalla por dirimir la imputabilidad del procesado se convertirá en uno de los ejes claves de la investigación de la causa, que sigue abierta en el Juzgado de Instrucción 4 de León, o la práctica de numerosas diligencias hasta ahora, para dilucidar si, como sostiene su abogado, el autor de los hechos sabe lo que hizo pero no está en condiciones de ser imputado como autor del crimen o si como sostiene la acusación particular, se trata de una mera estrategia judicial para tratar de alcanzar alguna atenuante o incluso, en el más complejo de los casos, la eximente completa, que dejaría sin consecuencias penales sus hechos.
Las características principales que definen el trastorno límite son la inestabilidad e impulsividad. El diagnóstico está basado en nueve criterios del DSM-IV. Un sujeto debería tener cinco de ellos para recibir el diagnostico de Trastorno Límite de Ordinaria.
Se trata de pacientes que son muy sensibles a la posibilidad de ser abandonados. Experimentan intensos temores a ser abandonados y una ira inapropiada ante una separación aunque sea por tiempo limitado (psicólogo anuncia final de la sesión) o cuando se producen cambios inevitables en los planes (alguien se retrasa unos minutos). Estos temores a ser abandonados están relacionados con la intolerancia a estar solos y a la necesidad de estar acompañados de otras personas. Sus frenéticos esfuerzos para evitar el abandono puede incluir actos impulsivos como las conductas autolesivas o suicidas.
Genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes. Estas expresiones de ira suelen ir seguidas de pena y culpabilidad y contribuyen al sentimiento que tienen de ser malos que acompañan a los pacientes con TLP.
El acusado había recibido al menos una sesión de tratamiento con esta psiquiatra, aconsejado por su entorno a la vista de los problemas de personalidad que empezaban a acuciarle. Determinar si esa circunstancia puede alterar su capacidad patas tomar decisiones de aquellas características será decisivo para determinar su futuro en esta causa.