La principal sospechosa pide hoy una orden de alejamiento del otro acusado

El juzgado de Instrucción número 4 de León albergará hoy a las 9.30 horas una vista por videoconferencia para tratar la solicitud de la acusada principal por el crimen de Cembranos, que pide una medida precautoria de alejamiento del otro investigado por los hechos, que permanece también recluido en el Centro Penitenciario Provincial de Villahierro.

Expone la sospechosa que el otro investigado la está intimidando y que utiliza a terceros reclusos de la prisión para amedrentarla, por lo que exige que cese la comunicación con ella inmediatamente y que no se repitan estas prácticas para tratar de influir en sus testimonios.

La vista estaba fijada para el pasado viernes, pero Gabriel Cueto, el letrado de la joven paraguaya acusada de la autoría material de los hechos, solicitó retrasarlo a hoy lunes por motivos de organización. La petición fue aceptada.

Sostiene la acusada que, debido al alto poder económico del otro sospechoso, se están produciendo episodios de supuesto amedrentamiento y presiones para que modifique los términos de su declaración y el relato de los hechos que presenta ante la jueza instructora.

De acuerdo a sus tesis, incluso estando en el interior de la penitenciaria el acusado se habría valido de sus contactos para llevar a cabo este tipo de actuaciones. La defensa del imputado, un leonés de 54 años, miembro de una familia de industriales muy conocida en León, niega esta tesis y lo achaca a una estrategia procesal.

Este episodio vendría a reforzar, según el letrado de la demandante, la tesis de que la joven a la que se atribuye la autoría material de los hechos actuó movida por el miedo insuperable que le producía el varón, que de acuerdo a esta parte, la tenía completamente dominada y anulaba su voluntad para imponer la suya en todo momento.

Fue por eso que según su versión, la joven acabó con la vida de su compatriota paraguaya, también prostituta, movida por una orden del leonés, que por su parte rechaza toda participación en los hechos y únicamente admite un papel pasivo, con omisión de intervención.

Los hechos se produjeron en la noche del 17 de marzo. Una joven paraguaya de 21 años apareció muerta en un chalet de las afueras de sembrados, con evidencias de haber sufrido numerosas agresiones y de haber sido golpeada con gran violencia.

Por el crimen fueron detenidos una amiga suya, compatriota de también alrededor de 20 años, a la que la instrucción atribuye la autoría material del crimen. Apareció escondida en el interior de un armario y con evidencias de nerviosismo y mucha alteración.

Junto a ella se encontraba un varón, propietario del chalet en el que ocurrieron los hechos, con el que la detenida mantenía una relación sentimental de facto y al lado del cual habían estado participando en el consumo de alcohol y drogas.

Por motivos que se desconocen, en un momento de la noche, las dos jóvenes iniciaron una pelea que terminó con la muerte de una de ellas. Cada uno de los dos sospechosos mantiene una tesis diferente.