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Ceremonia en Sahagún

Beatriz encontró su camino

Esta joven maestra zaragozana de 31 años toma mañana los hábitos en el monasterio de Sahagún

Beatriz Berne lleva ya un año viviendo con las religiosas. DL

León

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Con muchos nervios pero con una emoción inmensa. Así preparan las hermanas del Monasterio Santa Cruz en Sahagún el solemne acto para recibir mañana a la nueva hermana que entrará a formar parte de la congregación benedictina. La última vez que se celebró una Vestición de Hábito en el convento fue hace siete años, cuando se incorporó a la vida contemplativa Sor Marta, la conocida como «monja Youtuber» por su labor de evangelización a través de este canal de internet, con miles de seguidores.

Fue precisamente, una de esas seguidoras la que mañana se incorporará a la vida monacal de forma definitiva. Beatriz Berne Julvez, una joven maestra zaragozana de 31 años, abre mañana sus brazos a Dios para siempre en acto sencillo e íntimo, ya que se celebrará a puerta cerrada, y lleno de simbolismos con los que Beatriz se despojará de la vida que ha llevado a cabo hasta ahora para entregarse a la vida contemplativa.

Siempre tuvo clara la llamada de Dios, pero confiesa que estaba un poco perdida. «Nada de lo que me ofrecía la vida en ese momento me satisfacía, y no sabía muy bien porqué», confiesa Beatriz, que asegura que llevaba una vida normal, como la de cualquier chica de su edad. «Salía con mis amigos, íbamos de cena, pero no encontraba felicidad en nada de eso, me faltaba algo y no sabía muy bien el qué».

Estaba perdida, tenía insatisfacción con las cosas que me ofrecía la vida, me faltaba algo. Mucha gente se pierde buscando esa felicidad, yo la he encontrado aquí

Fue entonces cuando buscando por internet respuestas a esa llamada que sentía en su corazón se encontró los videos de Sor Marta. «Sentí que ese podría ser mi camino», apreciación que confirmó cuando se desplazó a Sahagún conocer a la Madre Abadesa. «Fue justo una semana antes del confinamiento, fue algo provincial», narra la joven novicia. Tras un año de convivencia, Beatriz sintió que realmente era ese su sitio, por lo que no dudó en pedir los hábitos. Tras el sí de su comunidad, que vota democráticamente si acepta o no a la nueva hermana, Beatriz toma mañana los hábitos.

«Mi familia al principio se lo tomó mal, acababa de sacar la oposición de profesora y tenía más o memos la vida resuelta, no lo entendían del todo», explica Beatriz, que de todos modos celebra que mañana vengan todos a acompañarla en este día tan especial. «Lo importante es que estarán aquí, todos menos mi abuela, a la que en parte le debo mi fe, que por su edad no puede venir».

Los que si se lo esperaban fueron sus amigos y amigas. «Cuando se lo dije no les extrañó para nada, porque siempre me vieron muy cerca del señor, parece incluso que ellos lo sabían antes que yo», confiesa.

Beatriz cree que la juventud, y la sociedad en general sufre una profunda crisis de fe. «Es un problema de base, antes la fe se transmitía desde la propia familia, a través de los abuelos, y también desde los colegios. Ahora todo eso se está perdiendo».

A los jóvenes que como ella buscan el camino de la felicidad, Beatriz les dice que sean valientes. «Muchos se plantean esto, pero no lo hacen por miedo, por no romper su vida, no arriesgan, buscan lo fácil», asegura la joven monja que lamenta que «muchas vidas se pierden al buscar la felicidad y tomar el camino equivocado».

Ella ya lo ha encontrado.