Las reservas celebran su 50 aniversario mirando a los fondos europeos

Una de las cosas de las que puede presumir como pocas León, es por ser la provincia de España con mayor número de reservas de la biosfera. En total, cuenta con siete territorios declarados por la Unesco: Ancares Leoneses, Alto Bernesga, Babia, Los Argüellos, Omaña y Luna, Picos de Europa y Valle de Laciana.

Unas figuras que este año celebran el 50 aniversario de su creación y para lo que están previsto una serie de jornadas y actos instituciones que tendrán su epicentro durante el próximo mes de noviembre. No obstante, todas ellas tienen la vista puesta en aprovechar al máximo los 6,4 millones que recibirán entre las siete de los fondos euros a través del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resilencia.

A juicio de la presidenta de la Red de Gestores de Reservas de la Biosfera de España, Beni Rodríguez, «hay que saber aprovechar esta celebración porque además estamos en una buena situación para todas las reservas gracias a estos fondos que van a contribuir a la dinamización económica y social de estos territorios». Asimismo, la también gestora de la reserva de Alto Bernesga destacó que «hay unos plazos muy ajustados y hay que ver cómo se pueden ejecutar estos fondos europeos al cien por cien que, posteriormente, servirán de laboratorio de trabajo para el futuro y que puede ser replicable en otros territorios de la comunidad».

Las reservas, vitales

A ojos de los diferentes gestores de la reservas, éstas se antojas vitales. Según el presidente de la Reserva de la Biosfera de Laciana, Mario Rivas, se trata de un punto «fundamental» para el desarrollo del municipio, mostrando una seña de identidad y con un criterio de calidad.

Por su parte, la presidenta de la Reserva de la Biosfera de Babia, Lina Freire, explica que este título «merece la pena para un territorio» en donde hay una marca registrada, que genera interés, y un trabajo que va «poco a poco»

Para el presidente de la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna, Manuel Rodríguez, esta denominación es «muy positiva» con la que se pone en valor los recursos naturales y paisajísticos y que, además, pone en valor otras actividades como la ganadería, la caza o la apicultura.

Por otro lado, el camino que ha tenido que andar la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses (Rbale) desde su constitución en el año 2006 no ha sido fácil pero sí seguro. «Hemos ido avanzando pasito a pasito pero sin pausa. Ha sido un avance lento pero continuo y con pasos firmes, con un objetivo y un plan de acción concreto y bien definido», aseguró su gerente, Susana Abad. Está satisfecha del trabajo realizado y también del apoyo que están recibiendo de las administraciones, principalmente del Consejo Comarcal del Bierzo como ente supramunicipal que ha permitido la supervivencia de la Rbale, una vez que se integró en el consorcio junto a los ayuntamientos de Candín, Peranzanes, Vega de Espinareda y Villafranca del Bierzo. Lo hizo en 2015, para sustituir la figura de la Fundación Ciudad de la Energía que fue, precisamente, la que le dio el principal impulso a la Rbale en 2010 tras cuatro años precedentes en los que «no hubo gran actividad».