León suma 1.696 expedientes por daños del oso desde 2010 y 798.912 € en compensaciones
Los ataques a instalaciones apícolas, ganaderas y huertos frutales se incrementan de los 83 en 2019 a los 240 el año pasado
El aumento de los ataques del oso a instalaciones apícolas, ganaderas y agrarias se ha multiplcado casi por tres en el último año, según datos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
Y es que de los 83 expdientes abiertos por este motivo en 2019, que supusieron un desembolso de 49.400 euros en concepto de compensaciones a los afectados, se ha pasado a 240 en 2020 —último año conabilizado— con un montante en indemnizaciones que ascendió a los 47.215 euros.
Según fuentes de la consejería, el aumento de los daños ocasionados por el oso pardo en la provincia de León guarda en parte relación con la mejora del estado de conservación de la especie y la dispersión de la población. Estos hechos han conllevado que en zonas donde la presencia de la especie no era habitual, se hayan incrementado los daños. De ahí que surja la necesidad de adecuar las ayudas que se venían otorgando para prevenir y reducir los citados daños sobre los asentamientos apícolas, y dar cabida tanto a la protección de las nuevas áreas donde el oso pardo tiene apariciones, como al empleo de otros dispositivos de prevención de daños sobre otras actividades agrarias y domésticas.
Gráfico ampliable
Esta evolución al alza de los ataques se explica en la serie histórica de los expedientes abiertos desde 2010. Desde ese año, han sido 1.696 los trámites iniciados, con un pago compensatorio que suma los 799.812 euros.
A pesar de esta evolución, el 2020 no fue el año en que se registraron más daños, ya que en 2012 se abrieron hasta 270 expedientes, que supusieron el pago de 148.163 euros en compensaciones.
El año en el que menos expedientes se han abierto ha sido el 2018, cuando se realizaron 76 con un coste de 47.422 euros.
Para poder compensar correctamente estos daños, la Junta de Castilla y León acaba de sacar una nueva convocatoria de las llamadas subvenciones para la coexistencia del oso pardo, que incluye importantes novedades.
Según explican desde la Fundación Patrimonio Natural, estas ayudas contemplan el coste de adquisición de pastores eléctricos para su instalación en asentamientos colmeneros, huertos, formaciones de frutales, comederos de pienso y balas de forraje ensilado. En el caso de comederos de pienso, huertos, formaciones de frutales y balas de forraje ensilado cuya disposición o localización dificulte la colocación de pastores eléctricos, también será subvencionable el coste de adquisición de ahuyentadores, repelentes automáticos de activación por movimiento y/o dispositivos de apertura automática para comederos de pienso.
Los beneficiarios de estas ayudas son aquellas personas físicas o jurídicas, así como las comunidades de bienes. Deben ser propietarias o usufructuarias de asentamientos colmeneros, balas de forraje ensilado o comederos de pienso asociados a explotaciones agrarias, huertos y formaciones de frutales. En el caso de que el solicitante de la subvención sea usufructuario de la explotación agraria, huerto o formación de frutales, será necesario que cuente con la conformidad del propietario.
Hay distintos criterios para proteger las instalaciones de los los posibles ataques del oso.
Colmenas
El asentamiento colmenero debe pertenecer a una explotación apícola inscrita en el Registro de Explotaciones Agrarias de Castilla y León. Debe haber sufrido daños de oso en los 2 últimos años o ubicarse en la zona de presencia habitual de la especie, entendiéndose como tal los términos municipales en los que consta la aparición de la especie en los últimos 5 años. El número máximo de pastores eléctricos a subvencionar por explotación será 10. Si hay más de un asentamiento, solo se subvencionará la adquisición de pastores para su instalación en los de más de 40 colmenas, aunque si ninguno de ellos reuniera esas características, sería subvencionable un equipo para la explotación.
Huertos frutales
El huerto o la formación de frutal debe ubicarse en la zona de presencia habitual de la especie, entendiéndose como tal los términos municipales en los que consta la aparición de la especie en los últimos 5 años. El número máximo de pastores eléctricos a subvencionar por solicitante será 1. El de ahuyentadores o repelentes automáticos a subvencionar por solicitante será cuatro.
Balas de forraje
Las balas de forraje ensilado deben ubicarse en la zona de presencia habitual de la especie, entendiéndose como tal los términos municipales en los que consta la aparición de la especie en los últimos 5 años. Las balas de forraje ensilado a proteger deben formar un grupo de al menos 40 unidades.
El número máximo de pastores eléctricos a subvencionar por explotación agraria será 2 y el de ahuyentadores o repelentes automáticos a subvencionar por explotación agraria será 4.
Comederos de pienso
El comedero de pienso debe ubicarse en la zona de presencia habitual de la especie.
El número máximo de pastores eléctricos a subvencionar por explotación agraria será 2, el de ahuyentadores o repelentes automáticos a subvencionar por explotación agraria será 4 y el número máximo de dispositivos de apertura automática de comederos a subvencionar por explotación agraria será 2.