Dos mil viajeros por temporada tendrán a la capital como punto de partida o destino
El Transcantábrico trae a León la élite del turismo
El Transcantábrico, el «crucero del ferrocarril», volverá a salir de León el 3 de mayo del 2003, doce años después de que la línea de Feve entre La Robla y Bilba
La reapertura al tráfico de viajeros del trazado completo de La Robla a Bilbao, según anunció el consejero de Fomento de la Junta, se producirá en abril y permitirá el retorno del Transcantábrico a la provincia, dado que tanto sus viajes como los de línea regular y mercancías se vieron interrumpidos en la Navidad de 1991 entre Matallana de Torío y Bercedo de Montija en 1991 por falta de inversiones en las vías, que derivó en carencia de seguridad. Un cierre que Fernández Santiago calificó de «injustificado». Desde entonces el recorrido del convoy de lujo era tan sólo San Sebastián-Santiago de Compostela. La autoridades resaltaron ayer en la presentación oficial del nuevo recorrido completo que no obstante, por la «reivindicación social», Feve y la Junta se pusieron manos a la obra y firmaron en 1997 un acuerdo para renovar esta línea férrea, en la que se han invertido desde entonces 42 millones de euros. Esto permitirá, resaltaron, que el viaje regular del Transcantábrico durante ocho días y siete noches a partir de la primavera de 2003 vuelva a ser de León a Santiago de Compostela. El objetivo es que se conozca el patrimonio cultural, paisajístico y gastronómico de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Castilla y León, según explicó el presidente de Feve Cuarenta pasajeros El Transcantábrico admite un máximo de cuarenta pasajeros, distribuidos en plazas dobles, aunque se está estudiando ampliar ocho plazas más por viaje a partir de 2003 con la incorporación de un nuevo coche dormitorio, y además de los coches suite el tren dispone de cuatro coches de salones. Todas las suites del tren están dotadas de baño completo equipado con hidrosauna, turbomasaje y baño de vapor, así como otra buena serie de detalles de lujo que hacen de este convoy turístico algo único. En el trayecto León-Santiago de Compostela los viajeros del Transcantábrico visitarán la capital leonesa, Cistierna, la villa romana de La Olmeda, Carrión de los Condes, Villalcázar de Sirga, Frómista, Espinosa de los Monteros, el pantano del Ebro, Las Merindades, Bilbao, Santander, las cuevas de Altamira, Llanes, Ribadesella, Picos de Europa, Gijón, Cangas de Onís, Cudillero, Luarca, Oviedo, Ribadeo, Vivero, Ferrol y Santiago de Compostela. El precio del Transcantábrico es de 3.000 euros para una suite individual y 4.000 para una doble, que incluyen siete cenas y ocho comidas con gastronomía típica del Norte de España en los mejores restaurantes del recorrido; desayunos en el tren; música y fiestas en el coche pub, excursiones programadas y autocar de lujo que acompaña al convoy durante todo el recorrido para acercar a los pasajeros a los lugares de visita programados. Como reza el lema publicitario del Transcantábrico, «un crucero sobre raíles». 2.000 viajeros El primer viaje sale el 3 de mayo, tanto de León como de Santiago de Compostela -hay dos trenes- y concluye el día 10. La temporada acaba el 25 de octubre. En medio, 27 fechas posibles para efectuar un recorrido único en Europa. El año pasado transportó a 1.700 personas y este año se espera que sean más de 2.000 los que lo utilicen. El presidente de Feve, Eugenio Damboriena, explicó ayer que la reapertura de la línea no sólo va a significar el Transcantábrico. La fuerte inversión realizada va a permitir reabrir los convoyes de viajeros convencionales entre León y Bilbao, que tardarán seis horas en hacer el recorrido completo. Además, se buscará recuperar los tráficos de mercancías, el origen del Hullero, que nació en 1890 para llevar carbón de las minas leonesas desde La Robla a la potente industria siderúrgica del País Vasco.