«Los presidentes deben unirse para ser más reivindicativos con la financiación autonómica»

Una mayor coordinación de las administraciones públicas y una mayor justicia en la financiación autonómica. Esas son las claves, según Fuentes, con las que se debe afrontar el que «es ya el mayor reto al que nos enfrentamos, la despoblación».

Para el presidente de las Cortes de Castilla y León, las administraciones «no podemos ser parte del problema, sino que debemos ser la solución». Para ello considera necesario incrementar la coordinación de todas las administraciones implicadas para poner en marcha «medidas ambiciosas» y para saber aprovechar todos los fondos europeos que están por venir para «conseguir un efecto multiplicador para cada euro que invirtamos en las zonas más despobladas».

Según Luis Fuentes, «los datos no dejan lugar a dudas». Y es que de los ocho mil municipios que tiene Castilla y León, la mitad están en riesgo de despoblación, y de esos cuatro mil, dos mil desaparecerán demográficamente en los próximos años. Además, destacó que entre 2016 y 2018 por cada cuatro jóvenes que se titulaban en la Comunidad, dos marchaban a otros territorios, «siempre además los mejor formados en busca de nuevas oportunidades». Por eso insistió en la necesidad de abordar «reformas serias y de calado» para que todo aquel que quiera vivir en un pueblo tenga todos los servicios garantizados. Para ello, pidió una mayor justicia en el reparto de la financiación autonómica. «Tenemos que ser más reivindicativos, y para eso, los presidentes de las comunidades que más sufren la despoblación tienen que hablar y unirse».

Lo que el presidente de las Cortes tiene claro es que «la financiación autonómica tiene que ser acorde con los gastos que tiene cada comunidad», y tampoco hay que premiar «a los que hacen mal las cosas», en referencia a comunidades como Cataluña.

Como punto de partida, Fuentes considera que es necesario llevar a cabo «un cambio de mentalidad, ya que todavía prevalece un cierto estigma con el medio rural, de que se queda en el pueblo el que no servía para otra cosa, y todo eso ha cambiado». Para el responsable parlamentario «hay que hacer ver a los jóvenes el atractivo de los pueblos, pero para ello hay que invertir en su modernización y en su digilitación».