Diario de León

La capilla de la Cofradía de las Angustias, elemento destacado de esta vía

Ramón y Cajal

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Pocas arterias bañezanas pueden acreditar la raigambre histórica que presenta la calle bautizada con el nombre de Ramón y Cajal, el científico más importante que ha dado nuestro país. No en vano se ubica en el llamado, desde época medieval, Barrio de Arriba o de San Salvador, conocido definitivamente como Barrio de las Angustias porque aquí tiene asiento la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y su tradicional capilla. Según cuenta don José Marcos de Segovia, el antiguo cronista oficial de La Bañeza, el ejemplar más antiguo que se conoce de la Regla de la Cofradía de las angustias lleva la fecha de 1615, estando aprobado por el obispo don Antonio de Cáceres. Los cofrades de las Angustias intervenían activamente en la vida social, bien con sus funciones religiosas u organizando fiestas a la patrona en las que incluso se corrían toros. No resulta extraño, por tanto, que la vía recibiera la denominación genérica de «calle del Barrio de las Angustias», hasta que el día 19 de abril de 1922 el Ayuntamiento acordaba «dar el nombre a la calle de Santiago Ramón y Cajal al Barrio de las Angustias, adherirse al homenaje nacional, contribuyendo en la proporción que lo hagan los demás municipios españoles, y el día en que se celebre el referido homenaje verificar el descubrimiento de la lápida, y a ser posible celebrar una velada en honor de tan honorable varón». Efectivamente, el 15 de agosto de 1923 se procedió a descubrir la lápida, en el transcurso de un solemne acto donde el doctor Mariano Andrés Luna pronunció unas palabras de homenaje al genial aragonés. Sin embargo, el cambio en la denominación callejera no ha borrado la impronta que tiene la Virgen de las angustias en todo este entorno. Una relación que surge nada más comenzar su trayecto, pues en la mano izquierda aparece la citada capilla de las Angustias, marcando el inicio oficial de nuestra calle protagonista. Son múltiples los datos que nos hablan de la importancia de tan singular recinto religioso. En 1721, por ejemplo, se realizaron las pinturas del camarín de la Virgen, mientras que el coro está fechado en el mes de noviembre de 1790. Al día de hoy, alberga distintos pasos correspondientes a la sentida Semana Santa bañezana, conformados por imágenes plenas de arte y sentimiento. En cuanto al aspecto urbano de esta calle ancha y despejada, que discurre en ascenso en su tramo inicial, presenta una combinación de viviendas antiguas y edificios modernos, acompañadas por una zona de descanso con bancos y algún espacio ajardinado.

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