Abaten 42 jabalíes en el primer control poblacional en el parque

Cuarenta y dos jabalíes fueron abatidos antes de las cinco de la tarde durante el día de ayer en el Monte Corona, situado entre las poblaciones valdeonesas de Cordiñanes y Caín y en terrenos incluidos en el parque nacional desde su creación en 1918 bajo el nombre de Montaña de Covadonga y donde desde entonces no se había practicado ningún tipo de actuación cinegética legal sobre la fauna. El control poblacional fue dirigido por un total de ocho guardas del parque y varios técnicos veterinarios y biólogos, participando en él un numeroso grupo de cazadores locales que posibilitaron que el número estipulado de jabalíes fuera abatido en un día escaso en lugar de los tres previstos por la Administración para realizar el control, en el que se mataron 15 machos y 27 hembras de diferentes rangos de edades y tamaños. La normativa estipulaba que no se obtendría ni la carne ni los trofeos y así fue aceptada por los participantes locales. Los animales fueron trasladados en camión a una planta incineradora al ser imposible su aprovechamiento, respetando la normativa sanitaria vigente, ante la ausencia de salas de despiece cercanas y de acuerdo con lo que estaba previsto en un principio, cuando se pensó en su posible aprovechamiento por un centro benéfico, según informó la dirección del parque. La directora, Victoria Delgado, mostró su satisfacción por el buen desarrollo de la actividad. «Me alegro de que todo haya salido bien y de que se haya hecho todo de forma tan eficaz y tan rápida», manifestó Delgado, quien también se congratuló de la satisfacción reinante entre los cazadores locales, esperando que este tipo de actuaciones aumenten la confianza de la población en la gestión del parque. Esta experiencia es la primera que se lleva a cabo en el Parque Nacional y no está previsto por el momento que se vaya a repetir hasta que nuevos estudios al respecto así lo aconsejen y así lo decida la Comisión Mixta de Gestión. Durante este mes comenzará la campaña de control de cánidos en la zona asturiana y posteriormente en la cántabra, si bien en estas actuaciones no participará la población.