La ejecución ha durado dos años y ha costado 17,55 millones de euros, financiados con fondos mineros CISTIERNA/SABERO/BOÑAR
El nuevo trazado de la C-626 será abierto al tránsito el próximo lunes
Tras algo mas de dos años de obras, la nueva vía de comunicación entre Boñar y Cistierna (C-626), incluida dentro del de
El nuevo trazado ha supuesto una inversión de 17,55 euros -procedentes en su totalidad de los fondos del Plan del carbón- y ha tenido que salvar distintos obstáculos como la aparición de unas tumbas medievales, la expropiación de numerosas fincas urbanas y rústicas aún hoy en trámite y las explotaciones a cielo abierto de la extinta empresa Hulleras de Sabero. Estas explotaciones mineras han sido salvadas, a expensas de extraer el carbón aún existente en ellas, con un desvío del nuevo trazado que ha supuesto la construcción de una rotonda y nuevos accesos al pueblo de Sotillos de Sabero, incluyendo el trazado por la localidad para volverse a desviarse a la antigua carretera minera en la localidad de Olleros de Sabero. Las obras de la nueva carretera entre Boñar y Cistierna, a su paso por el valle de Sabero, presentan algunas deficiencias puestas de manifiesto por instituciones locales y ciudadanía. Así se hecha en falta la construcción de varios tramos de escolleras o muros de contención en el desmonte de tierras efectuados en la ladera derecha. Otro aspecto que parece poco claro son las entradas a los pueblos del municipio, que se han hecho sin construir ninguna rotonda, con el consiguiente peligro. La nueva vía de tránsito viene a solucionar uno de los problemas mas graves de comunicación del valle de Sabero con los municipios colindantes, Boñar y Cistierna, y las carreteras nacionales 621 y 625 que comunican con Santander y Asturias y que hasta la fecha había supuesto una ralentización e inconveniente en la revitalización de la cuenca minera, que desde el año 1991 viene sufriendo pérdida de distintos servicios y despoblación generalizada de sus pueblos tras el cierre de Hulleras.