Carrasco aboga por potenciar los pequeños hoteles en la zona

Cientos de personas se acercaron ayer hasta Puebla de Lillo para disfrutar, pese al frío reinante, de la primera jornada dedicada a la matanza del cerdo, así como a la feria multisectorial ubicada para la ocasión. Precisamente, en la feria se pueden observar y adquirir todo tipos de productos de la montaña oriental leonesa. El día dio comienzo con la matanza del cerdo en la plaza del pueblo donde además estaban ubicadas las tres carpas con que la feria cuenta este año. Tras los rituales habituales del acto de la matanza y sacrificado del animal se procedió a su subasta pública, que se inició con 200 euros de salida. La lluvia no pareció animar mucho a la gente en la subasta, lo que hizo que al final Violeta González Tejerina de Lillo y Rosa Fernández de León pujasen conjuntamente por el cerdo y se lo adjudicasen por 350 euros. «Ahora el problema va a ser encontrar a alguien que nos lo lleve ya que nuestros maridos no quieren saber nada», señalaron las dos mujeres. Posteriormente se procedió a la presentación de la guía turística de Puebla de Lillo por parte del responsable del área de comunicación y prensa de Caja España, Francisco Martínez Carrión, quien indicó que en la misma se ha pretendido destacar el potencial turístico de Lillo centrado en dos aspectos, el patrimonio medioambiental y la pujanza de la industria agroalimentaria. «Se ha pretendido hacer un reportaje periodístico sobre los valores y las riquezas de Puebla de Lillo. Esta es una zona en la que si se sigue trabajando a este ritmo, se va a convertir en la capital del medio ambiente de la montaña oriental por méritos propios. No hay que olvidar que esta zona tiene recursos que deben de ser promocionados fuera de las fronteras de la provincia leonesa», recordó Carrión. Por su parte, la Consejera de Economía señaló que la comarca de Lillo cuenta con unas grandes posibilidades turísticas, si bien el objetivo prioritario debe ser potenciar los pequeños hoteles y restaurantes, así como las casas rurales para que la gente venga a la zona y a la vez se quede. «Entre todos nosotros, debemos convertir esto en un pequeño valle de Arán donde predominen los hoteles y restaurantes pequeños y de tipo familiar y lograr que Lillo sea el centro del deporte de la nieve de León y sus provincias limítrofes», concluyó Carrasco.