OPINIÓN Javier Melero
Buenas intenciones, mal planteamiento
Error de bulto. La regla de oro a la hora de acudir a una negociación es no mostrar al contrario el deseo de llegar a un acuerdo y, mucho menos, demostrar ansiedad por conseguir lo que el interlocutor puede proporcionar a cambio de lo que se le ofrece. El presidente de la mancomunidad, Porfirio Díaz, ha enseñado demasiado pronto sus cartas, y eso, se mire como se mire, es un fallo. Es razonable y hasta lógico que la comarca de Riaño se plantee permitir una línea de alta tensión por su territorio a cambio de que se construya en la zona una estación de esquí como la que se baraja para San Glorio. Los indiscutibles perjuicios medioambientales que provocará la polémica línea de alta tensión atravesando todo un parque regional podrían llegar a ser asumibles para una comarca deprimida como ésta a cambio del revulsivo que, sin duda, supondría un proyecto tan ambicioso como la estación de esquí de San Glorio. Estas instalaciones invernales generarían movimiento económico, nuevos empleos, construcción de viviendas y hoteles, prestigio turístico... Sin embargo, un planteamiento tan precipitado como el que realiza el presidente de la mancomunidad de Riaño supone entrar con desventaja en una futura negociación. En todo caso, se trata únicamente de la primera batalla y, desde luego, la guerra se presume larga. El peligro fundamental será, en todo caso, que finalmente la comarca de Riaño tenga que tragar con la línea eléctrica sin obtener a cambio compensación alguna y sin que San Glorio se convierta en una realidad. También habrá que tener en cuenta la postura de la Junta de Castilla y León en posibles negociaciones. La consejera de Medio Ambiente reniega como es lógico de la infraestructura eléctrica, mientras que el consejero de Industria casi ha prometido a Asturias que conseguirá salida natural para su electricidad hacia Palencia y el resto de España.