Infocopia Astorga centra su nueva faceta en la enseñanza personalizada de inglés e informática
Otra forma de mejorar conocimientos
La experiencia forma parte de su identidad. Desde hace unos meses ha sumado a su trayectoria en el mundo de la copistería el de la enseñanza de inglés
Asentado desde hace muchos años en el sector de la copistería a pequeña escala, hace precisamente unos meses su nueva cara ofrece otras perspectivas, más acordes con los nuevos tiempos. Precisamente el mundo de la publicidad a pequeña escala tiene desde el pasado mes de julio cabida en un proyecto que también ha expandido su actividad a la enseñanza, concretamente a la del inglés y la informática. Precisamente en este apartado Infocopia Astorga ha dado un paso adelante e incluso novedoso. Sin querer entrar en competencia con las academias existentes en la capital maragata, su objetivo no es otro que personalizar la enseñanza de tal manera que en cada clase el grupo de alumnos se cuente con los dedos de una mano. Con profesores titulados (en el caso del idioma es un filólogo y en el de informática un licenciado en empresariales), el objetivo no es otro que facilitar la comprensión a los alumnos. Para ello, los responsables del centro han creado dos grupos en cada una de las enseñanzas, con el fin de dividir a los jóvenes de los mayores. El objetivo no es otro que adaptar las características de cada edad a la enseñanza. Como explica Víctor, uno de los promotores de esta iniciativa en la capital maragata, «la idea es que cada persona vaya aprendiendo conforme a sus facultades. En el caso del inglés y también en la informática, no es lo mismo enseñar a un niño que a un joven o a una persona mayor. Tanto en el primero como en el tercero de los casos la enseñanza debe ser más pausada y a veces insistente dado que la comprensión puede ser menor. Para los jóvenes el ritmo es mayor y por eso es necesario que las clases sean diferenciadas». Una forma muy particular Precisamente en esta particularidad radicará el éxito de un proyecto que pretende una enseñanza en la medida de lo posible personalizada, tanto por le hecho de que cada clase tenga un número reducido de alumnos, como por el hecho de la utilización de las tecnologías más avanzadas y de un espacio cómodo en el que cada persona pueda encontrarse a gusto. «Además de enseñar a la gente pretendemos que ésta se divierta. Si una persona se lo pasa bien es más proclive a que asimile antes las cosas y en eso estamos», puntualiza Víctor. Sin ánimo de competir Nada amigo de hacer la competencia a las academias y otros centros de enseñanza, Víctor apunta a la familiaridad como el elemento fundamental de una academia que «se dedica y lo hará mientras pueda a enseñar a la gente lo mejor posible un idioma, el inglés, o a trabajar de forma normal a través de Internet. Nosotros no vamos a quitarle gente a una academia sino a formar a alumnos que por unas características u otras tendrían más dificultad para aprender las enseñanzas de dichos centros. Incluso, en algunos casos concretos y personalizados, formamos a los alumnos para que luego puedan matricularse en otros centros de la ciudad o fuera de ella y que no vayan retrasados», apunta Víctor, uno de los promotores.