Los ganaderos exigen un precio justo para la leche que les permita afrontar los costes

Las explotaciones de vacuno de leche de Castilla y León no aguantarán mucho más si no hay un aumento de precios que permita compensar los costes de producción. Es una denuncia que se ha intensificado en los últimos meses y que ayer se escenificó en León, dentro del calendario de movilizaciones que ha programado el sector por todo el país. Decenas de ganaderos se concentraron para denunciar la debacle a la que se enfrenta el productor, para exigir precios justos y el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, de tal manera que la subida de los costes se asuma también por la industria, la distribución y el consumidor y no sólo por el ganadero que se enfrenta a una «situación insostenible».

En la protesta, en la que se quemaron neumáticos y se derramaron varios litros de leche, estuvieron presentes los líderes autonómicos de las organizaciones agrarias convocantes de la movilización, Asaja y la Alianza UPA-Coag, quienes exigieron un aumento de al menos diez céntimos en el precio del litro que recoge la industria al ganadero, para que alcance al menos los 0,41 euros para que las explotaciones no entren en pérdidas que les obligue a cerrar. Las organizaciones agrarias se mostraron dispuestas a llegar «hasta donde sea» para que sean escuchados en sus reivindicaciones, incluido retirar el producto de los lineales de los supermercados o paralizar las entregas de leche a la industria.

El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, recordó que la producción láctea en España es deficitaria respecto al consumo nacional y denunció que los ganaderos españoles están siendo «humillados» por unas industrias que «les están arruinando» por los bajos precios. Son 850 los ganaderos que aún permanecen activos en Castilla y León, y que, según Dujo, con seis céntimos menos que cobran por litro respecto a otros países como Francia, deben asumir pérdidas de 60.000 euros al año.

Reclamó la aplicación «urgente» de la Ley de Cadena Alimentaria y exigió a un trato digno para el ganadero. Arremetió contra el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, a quien tildó de «plano» para defender al sector y una subida inmediata de los precios de la leche que, según afirmó, no tiene por qué aplicarse al consumidor aunque explicó que una subida de seis céntimos por litro para el ganadero supondrá 22 euros en el presupuesto anual de una familia.

Los convocantes derramaron varios litros de leche. RAMIRO

También intervino el secretario de UPA Castilla y León, Aurelio González, quien apuntó que la Ley de la Cadena Alimentaria es un «logro histórico» pero que debe aplicarse y exigir su cumplimiento. También se refirió a la Mesa del Lácteo convocada en Castilla y León con presencia del sector y de la Consejería de Agricultura donde, a su juicio, se debe poner «un precio digno» a la leche para la salvación del sector «que fija población en el medio rural y mantiene a los pueblos».

El coordinador del Coag Castilla y León, Lorenzo Rivera, evidenció las «trampas» que realiza la industria cuando obliga a firmar al ganadero que el precio supera los costes, algo que se espera se solucione con la nueva ley. Afirmó que si no se soluciona la crisis de los precios, en diez años no quedará ningún ganadero de vacuno de leche en la Comunidad, y criticó al ministro Planas, a quien acusó de no defender en la Unión Europea al ganadero español, ante el «agravio comparativo» que sufre respecto a otros países en los que cobran hasta un 14 por ciento más por el litro de leche.

En la protesta de ayer también estuvo presente el presidente del PP de León, Javier Santiago Vélez, quien mostró su apoyo «a los ganaderos «e nuestra tierra», en una reivindicación por la que «llevan años luchando». Vélez afirmó que se merecen unos «precios justos» porque «trabajan los 365 días del año por darnos a todos un alimento».