Los forenses concluyen que el acusado estaba en pleno uso de sus facultades

“Es un intento de homicidio de libro”, asegura en sus conclusiones el Fiscal en el juicio que continúa esta mañana en la Audiencia Provincial de León contra el acusado de asestar diez puñadas a su mejore mientras dormía en Sahagún, y agredir a su hija de 15 años que trató de evitarlo en septiembre de 2018. Por estos hechos se lo pide una pena de 14 años de prisión. 

Durante la jornada de hoy han declarado distintos peritos, como las médicos  que atendieron tanto al agresor como a las víctimas. 

Las facultativas acreditaron que tras examinar al agresor después del suceso se aprecia que conservaba todas sus capacidades cognitivas por lo que rechazan ningún tipo de trastorno mental.  Tampoco pueden atribuir los hechos al consumo del alcohol ni las drogas, ya que no se apreció en él ningún gesto de embriaguez, por lo que ni siquiera ni el mismo acusado ni el letrado que le asistió solicitó la realización de la prueba toxicológica. 

Por lo que se refiere a víctima, según la doctora que la atendió en el Hospital de León, las heridas ocasionadas con la navaja en cara, cuello, tórax y extremidades concluyen que aunque “no eran mortales si eran potencialmente mortales”, y señala que la ocasionada en el cuello estuvo a un centímetro del seccionar la yugular y otra también muy cerca del corazón y que le provocó un neumo tórax que de no ser tratado podría haber acabado en muerte”.

Por lo que se refiere a la petición tanto del Fiscal como de la Acusación de incorporar a la causa el agravante de género, los letrados ven demostrado la “fijación del acusado con la víctima tras el divorcio”, por el control y la agresividad con la que la trataba en las últimas  semanas antes de los sucesos, lo que quedó demostrado con la cantidad de mensajes amenazantes  que la evitaba a todas horas.