Diario de León

La asociación halló trabajo para una veintena

Los discapacitados buscan reforzar su integración social

La asociación de minusválidos de Astorga -AMA- ha mediado para facilitar el acceso al mercado laboral de una veintena de discapacitados desde su fundación hace menos de un año, confirmó su presidenta

Alberto González posa con su jefa, Rocío Rabanal, e Ignacio Fernández con su socia, Ana García

Alberto González posa con su jefa, Rocío Rabanal, e Ignacio Fernández con su socia, Ana García

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Redacción - ASTORGA. M. Almanza
León

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Alberto González Mures, de 31 años, e Ignacio Fernández Bustillo, de 22, son dos de los discapacitados que se integraron en el mercado laboral con la orientación de la asociación. El primero padece una minusvalía física y psíquica que no le impidió comenzar en junio a trabajar como repartidor de la carnicería El Crucero, del grupo de empresas Corleal, ubicada en el supermercado Dia de Astorga, ni completar su formación con un curso a distancia que le permitiera realizar tareas de cara al público. Se confiesa activo, e integrado en la empresa, de la que destaca sobre todo «el compañerismo, porque me han enseñado tareas que antes desconocía. Así me siento útil, porque el que se queda en casa acaba siendo un parásito», dice. González, que había trabajado siempre en centros especiales de empleo, comparte su vida con una joven que padece la misma discapacidad que él, y con la que tiene prometedores planes de futuro. «Rápido y eficiente» «Es rápido, eficiente, amable, y tiene muchos deseos de hacer las cosas bien. En esta empresa tiene muchas posibilidades», señala Rocío Rabanal Celada, la propietaria, que recomienda a los empresarios «que contraten discapacitados. Sólo tienen que probar, porque son personas tan válidas como otras». Mientras, Ignacio Fernández es el fundador de Imagen, un establecimiento situado en la plaza de Modesto Lafuente dedicado a la elaboración de todo tipo de prendas, como ropa de carnaval o de trabajo, así como a arreglos.«Abrí en junio, porque tenía dificultades para encontrar empleo siendo minusválido, y porque esta situación es la que más se acomoda a mi problemática», explica, ya que se ve obligado a ausentarse con cierta periodicidad para tratar las consecuencias de su discapacidad, de tipo físico. Fernández se dedica a elaborar ropa de trabajo y a repartir los encargos, y comparte responsabilidades con su madre y con una socia, que se centran en la confección de otras prendas y en los arreglos. «Desarrolla bien el trabajo» «Desarrolla bien su trabajo, no tiene problemas», asegura ésta última, Ana García. «Lo mejor es que me siento útil y activo, y espero conseguir una estabilidad laboral», señala Fernández. También anima a todos los discapacitados en edad de trabajar a que intenten lograr empleo, aunque considera que la sociedad actual «no está preparada para que los minusválidos trabajen, a no ser que su problema no sea grave». Así, estima que pocos lo conseguirán, y que una formación amplia es fundamental.

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