La parroquia de Santa María

Presidiendo este rancio y nostálgico enclave, la modernista Casa Consistorial fechada en 1909 eleva su elegante silueta al cielo bañezano. La construcción se atribuye al arquitecto leonés Cárdenas y presenta detalles tan artísticos y entrañables como el reloj público adquirido por los munícipes el año 1926 en Palencia, a la empresa Hijos de Moisés Díez. El centro espiritual de La Bañeza se encuentra en la parroquia de Santa María, hermoso escaparate religioso que da cobijo a Nuestra Señora de la Asunción, patrona de la ciudad. En 1532 el obispo astorgano Fray Álvaro Osorio bendijo los terrenos donde se edificó la bautizada como iglesia de Santa María de la Plaza, cuyo nombre se acortaría hasta quedar en Santa María. El añadido ornamental de la torre sería rematado en 1763, en una obra que supuso la cantidad de 60.000 reales para las arcas municipales. Dentro del recinto interior conviene fijarse en el retablo de 1644, además de el grupo de La Piedad que lleva la firma del soberbio Gregorio Fernández y otra joya como es el Cristo de las Ánimas, de autoría desconocida. Y a modo de recordatorio de otros tiempos afortunadamente muy superados, en el atrio del templo figura una lápida que fue colocada el 29 de octubre 1942 y en la que se relacionan los «Caídos bañezanos en el Glorioso Movimiento Nacional». Muchos otros tesoros históricos y artísticos presenta el entramado urbano de La Bañeza, una villa que puede enorgullecerse con toda justicia de una nómina de ilustres paisanos. Así, a vuela pluma, recordamos al General Benavides, gran tratadista militar; al galardonado poeta Antonio Colinas, todo un referente de la cultura; o al insigne Padre Miguelez, autor de más de un centenar de eruditas publicaciones.