Diario de León

MANSILLA DE LAS MULAS

El padre, el hijo y la Madre Tierra

Amando y David serían un padre y un hijo como tantos otros, si no fuera por la especial relación que ambos han mantenido desde jóvenes con la tierra, ese medio que desde siempre les dio de comer y que nadie sabe trabajar co

Publicado por
O.C.S. - MANSILLA.
León

Creado:

Actualizado:

Este logro le permitió acudir a varios mundiales de esta especialidad. Cita esta última en la que «un abulense y yo llegamos a quedar subcampeones por equipos, mientras que en la clasificación individual finalicé cuarto». Un puesto realmente meritorio, máxime si se tiene en cuenta que «los participantes de países como Irlanda, Inglaterra o Austria, que siempre son los que ganan, cuentan con más apoyo de sus gobiernos». Además de lo cual, «en esos países pueden entrenar durante todo el año porque llueve mucho más que aquí y la tierra está en mejores condiciones». Sin embargo, Amando tuvo que dejar de participar en los campeonatos porque, como él mismo recuerda, «el Ministerio de Agricultura creó una norma según la cual quien hubiera ido cuatro veces al mundial no podía acudir otra vez, para fomentar así la participación de nuevos competidores». Pese a lo cual, Amando continuó ligado a los concursos de arada, llegando a ser el presidente nacional de los jueces de estos campeonatos. Aunque esa relación se mantuvo sobre todo mediante los consejos y enseñanzas que fue impartiendo a su hijo David, quien parece haberlos asimilado de una manera óptima, ya que el 20 de octubre se proclamó en Salamanca campeón de España en la modalidad de jóvenes, es decir, hasta 25 años. Una competición en la que David utilizó el tractor que en su día llevara su padre, ya que, como él mismo señala, «es mucho más fiable que los modernos y más fácil de reparar». Además «es pequeño, lo que supone una ventaja para estas tareas», que se realizan con una arado de competición. Éste se caracteriza por ser más preciso que los convencionales, al poderse regular las distancias entre sus elementos. Un hecho que, como indica David, «permite conocer la pericia del agricultor, sobre todo en el de dos vertederas, que es el más difícil de manejar». Con estas herramientas se trabaja una parcela de 20 metros de ancho por 100 de largo, en el caso del arado fijo, modalidad en la que participó David, eso sí, tras haberse clasificado en las pruebas provinciales. Mientras que en el caso del arado reversible la parcela cuenta con 100 metros de largo por 16 de ancho en una cabecera y 24 en la otra. Cómo se ara Las pruebas de arada comienzan con la realización del denominado surco de apertura, trabajo para el que los concursantes disponen de veitne minutos. A partir de ese momento, los participantes proceden a la labor efectuada alomando, en la que se voltea la tierra hacia el lugar donde se abrió el primer surco, y la labor efectuada hendiendo, en la que se voltea la tierra alternativamente hacia la primera parte de la labor y hacia la parcela vecina. Ello hasta ejecutar el surco de cierre con el que finaliza la labor. Todo lo cual debe llevarse a cabo en un tiempo de dos horas y cuarenta minutos. El tractorista debe terminar el surco de cierre volteando hacia el lado donde se encuentra su surco de apertura, para lo que podrá efectuar previamente una pasada en vacío por fuera de la parcela. Sin embargo, Amando, como juez que fue, sabe que a la hora de la verdad lo que más se valora es «la rectitud de los surcos». Un criterio al que cabe unir «el adosado de prismas, el enterrado de hierbas y rastrojos o las entradas y salidas del arado». Unas exigencias que no resultan fáciles de cumplir, puesto que «el tractorista debe saber regular sus aperos para cada tipo de tierra».

tracking