El arte de hablar sin decir nada

Ángel Escuredo y la junta comarcal del PP convocaron ayer a los medios de prensa para no decir nada. No tocaba hablar del candidato a las municipales en Astorga, el hospital no entra en las previsiones de la Junta pero se pidieron a sí mismos un compromiso mayor, seguirá en uso -¡estaría bueno lo contrario!- la carretera nacional junto a la autopista a León, e Isabel Carrasco vendrá no tardando mucho para forzar inversiones en el polígono. Éste podría ser el resumen de los temas estrella que los populares trataron en su comparecencia ante los medios, y eso porque los sufridos periodistas les preguntaron sobre ellos, temiendo que, después de una hora de escuchar, no tuvieran ni un mal titular que llevarse a la boca. Porque el resto de los parlamentos de Escuredo, que llevó la voz cantante en lo de vender imagen de partido a la prensa, eran igual de gloriosos: el PP hará un esfuerzo para que la comarca de Astorga dé un salto -esperemos que hacia delante-, presentará un programa electoral ambicioso con los mejores candidatos -¿cuál es el de Astorga?- y hay que fomentar la industria -¡ah!-. Cabe argumentar algo en defensa de los populares, y es que convocaron a los medios antes de la junta comarcal en previsión de que una vez terminada ésta fuese demasiado tarde para los trabajadores de la tecla y el microfóno. Pero esto nos lleva a otro razonamiento casi peligroso: ¿hay que salir en los papeles cuando no se tiene nada que decir? ¿No habría sido más provechoso que nos hubieran contado el resultado de la reunión incluso el día después? Señores políticos, con todo el respeto: plantéenselo para otra vez.