Vera Cruz y Nazareno, de ayer a hoy
En el apartado de las cofradías, Astorga acogió un número más que significado de ellas, cada una con un hospital destinado a recoger transeúntes, enfermos, pobres y peregrinos. Algunas incluso datan de antes del siglo XI. Entre todas ellas, algunas prolongadas a lo largo de los siglos y otras con mediana historia, destacan la de los Palmeros, dedicada a albergar a los romeros y peregrinos que pasaban por Astorga. Tenía su hospital en la antigua iglesia de San Pedro de Rectivía. La de san Esteban, fundada en Brimeda, existió hasta el siglo XIV en el que trasladó a Astorga. Fundó un hospital junto a Puerta Sol y luego fue agregada a la de Las Cinco Llagas. También fueron notables las cofradías de santa María de Rocamor, san Román, san Martín (del gremio de los zapateros), Santiago (del gremio de los pelliteros o boteros; tuvo además de un hospital en Astorga otro en Valdeviejas), san Adrián (de los cardadores o pelaires), la de santa María (de los carpinteros, fundada en la Catedral), la de los Prestes (formada por sacerdotes que llevaban el nombre de Los Prestes de san Juan, fundada en la parroquia de santa Marta y con hospital en Puerta Obispo) o la dde (con su hospital de los leprosos, situado en lasa denominadas praderas de san Lázaro, entre Rectivía y Valdeviejas). También fueron notables otras cofradías como las de san Roque, santa Bárbara (situada en Puerta de Rey), san Andrés (en el barrio del mismo nombre) santo Tomás de Cantorbery (fundada por el canónigo Pedro Franco en honor de santo Tomás; existió en el barrio de Rectivía), san Feliz (también en Puerta de Rey), santa Marta (radicada en la parroquia de su mismo nombre), san Nicolás, los mártires san Fabián y san Sebastián, la de Corpus Christi o la de Las Cinco Llagas, conformada posteriormente con la refundación de varias cofradías. Mención especial merecen también la de la Vera Cruz, enclavada en el convento de san Francisco y que hoy en día aún pervive con plena vitalidad o la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Virgen de la Soledad, también con plena vigencia actual y con un giro cada vez más claro hacia los viejos valores solidarios.