La UE aprueba el programa para erradicar la tembladera ovina
Los Quince adoptaron ayer una propuesta del comisario europeo de Sanidad, David Byrne, para introducir un nuevo programa de erradicación y prevención de la tembladera del cordero, informó el Ejecutivo comunitario en un comunicado. Castilla y León es la comunidad autónoma con mayor censo de ovino, con casi cuatro millones de cabeza de este ganado, además de contar con unos de los mayores censos en caprino en España. La propuesta del comisario está encaminada a reducir la incidencia de la encefalopatía espongiforme transmisible (EET) en los ovinos y caprinos, gracias a programas de crianza destinados a mejorar la resistencia de los animales, una política de erradicación más estricta y nuevas normas en materia de importación. La única EET cuya existencia está confirmada en ovinos y caprinos es la tembladera, común desde hace varios siglos y que, hasta ahora, nunca ha tenido incidencia en la salud humana. La encefalopatía espongiforme bovina (EEB), que es una forma de EET, puede en teoría haber infectado a ovinos y caprinos, «pero no hay ningún elemento concreto que pueda confirmarlo», agrega la nota. Los Quince apoyaron las propuestas de Byrne durante una reunión del Comité permanente de la cadena alimentaria y la salud animal, compuesta de expertos de los Estados miembros. Byrne mostró su satisfacción por la aprobación de su propuesta y consideró que «la mejor estrategia a largo plazo en la lucha contra esta enfermedad consiste en reforzar la resistencia de nuestra cabaña». Programas de crianza Las medidas adoptadas suponen que la mayor parte de los países deberán establecer programas de crianza centrados en la resistencia de la cabaña, con el objetivo de aumentar la presencia de un gen resistente en los ovinos. Asimismo, se establecerán normas relativas a la erradicación de la tembladera de una explotación después de que se confirme la existencia de un caso de la enfermedad en un animal. Las explotaciones afectadas sólo podrán volver a acoger animales resistentes, aunque también se prevén derogaciones para permitir a los Estados miembros crear sus reservas de animales resistentes y proteger las razas que, en estado natural, sólo poseen en baja cantidad el gen resistente. Además, se contempla que sólo se puedan importar animales resistentes a la tembladera, para no poner en peligro los esfuerzos hechos por los Estados miembros para erradicar esta enfermedad.