«La primera vez que acudí al juzgado no entendía nada»

-¿Cuántos años lleva ejerciendo esta profesión? -Unos 32 años. Fui un estudiante de efecto retardado, lo hice de muy mayor, a los 36 años. Antes no pude estudiar porque nací bajo la estrella de la escasez. Cuando finalicé los estudios de bachiller, me animaron para que preparara el examen de procurador y aprobé. Desde entonces, he ejercido esta profesión en Villablino aunque antes trabajé en sectores muy dispares, como el cárnico, la minería y la hostelería. -¿Cuál es el trabajo que desempeña un procurador? -Mediante poder al efecto, el procurador es la persona que comparece en el juzgado en nombre y representación de su cliente, estando al tanto de todas las gestiones pertinentes, de las que debe informar al abogado y su cliente. Además el procurador tiene otras funciones relacionadas con las ejecuciones, tasaciones de costas, embargos, etcétera. -¿Qué tipo de asuntos judiciales ha llevado como profesional en Villablino? -Al existir juzgado de primera instancia e instrucción, los asuntos que se tramitan son civiles y penales. Los de social y contencioso-administrativo se tramitan fuera de esta localidad, al no existir juzgados para ello. En cuanto a los procedimientos de materia civil, predominan los asuntos de familia -separaciones, divorcios, incidentes, adopciones-, reclamaciones de cantidades y derivadas de temas de fincas, arrendamientos y demás. -¿Qué cambios legislativos se han producido a lo largo de los 32 años que lleva ejerciendo la procuraduría? -A lo largo de estos 32 años de ejercicio me ha tocado vivir un gran cambio a nivel legislativo, si bien para la procuraduría lo que más nos ha afectado es la entrada en vigor el pasado año de la nueva ley de enjuiciamiento civil, lo que ha motivado un estudio constante por mi parte, para tratar de estar al día. Por otra parte el juzgado de Villablino ha sufrido cambios importantes, cuando yo empecé a ejercer esta profesión era un juzgado municipal y posteriormente de distrito y comarcal. Hace unos 12 años pasó a ser de primera instancia e instrucción, contando con juez titular. -¿Cuáles son los mejores recuerdos que le quedan de su trayectoria profesional? -La relación con compañeros y funcionarios y la ilusión con la que comencé en esta profesión, así como la satisfacción de haber ayudado y conocido a mucha gente. -¿Cuál es la anécdota más curiosa que le ha sucedido en su profesión? -La primera vez que acudí al juzgado no sabía detrás de lo que andaba, no entendía nada. Al principio lo pasé muy mal y estaba sólo, puesto que era el único procurador de Villablino y no tenía la ayuda de otros colegas, a base de experiencia lo fui superando. El orden y la rapidez en notificar son fundamentales. Ser diligente en el trabajo y llevar las cosas lo mejor posible para tener informado tanto al abogado como al cliente es primordial. -¿Qué es para usted lo más positivo de esta profesión? -La relación con los compañeros y funcionarios y el trato directo con el cliente. Esta es una profesión que me permite conocer gente nueva y hacer amigos. -¿Y lo menos llevadero? -La falta de horario fijo, ya que en cualquier momento puede llegar un fax para presentarlo en el juzgado, siendo hábiles incluso los sábados, por lo que hay que estar siempre localizado. -¿A que se va a dedicar ahora tras su jubilación? -A leer, pasear y echar la partida con los amigos. Aunque ya no voy a ejercer la procuraduría, no me voy a olvidar de ella y continuaré estudiando las nuevas publicaciones referentes al tema. El centenar de procedimientos que tengo pendientes se los pasaré a los colegas y estaré al tanto de ellos.