La Junta, los sindicatos, la patronal y los alcaldes mineros defenderán unidos la actual cuota energética
León y Palencia fijan hoy su reserva de carbón, 5,1 millones de toneladas
Las cuencas de León y Palencia se posicionan hoy ante el Gobierno central y la Comisión Europea para defender su futuro y el buen resultado
El propio consejero de Industria, Comercio y Turismo de la Junta de Castilla y León, José Luis González Vallvé, será quien, arropado por los máximos responsables dele empresariado, los agentes sociales y los municipios mineros, presente la reivindicaciones del sector carbonero leonés y palentino de cara al cumplimiento y a la integración de esta minería al Reglamento 1407/2002 de la Comisión Europea sobre ayudas estatales a la industria del carbón, que entra en vigor el 1 de enero. Este documento, que suplió al Tratado de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (Ceca) cuando caducó el pasado 23 de julio, fue logrado tras duras y difíciles negociaciones en Bruselas para tratar de que la UE no acordara acabar con las ayudas a la producción y reestructuración del sector, con el argumento de que la hulla y la antracita importadas son más baratas y que esto significaría un ahorro de centenares de millones de euros para los Quince en subvenciones. El argumento que inclinó la balanza a favor de los países carboneros -España, Alemania, Reino Unido y Francia- fue el de las razones sociales y regionales: no crear bolsas de pobreza y más subdesarrollo en las zonas carboneras; y la necesidad de crear un núcleo estratégico de reservas de materias primas autóctonas para el autoabastecimiento energético en la UE, que en la actualidad depende en un 70% de las importaciones. En este último argumento se enmarca la obligación de estipular un cupo estratégico de carbón a nivel europeo, que deben fijar los estados con la autorización de la Comisión Europea. En pleno debate y discusión -desacuerdo más bien- entre sindicatos y Gobierno, Castilla y león crea un grupo de presión -lobby- que defenderá en Bruselas y Madrid que todas las minas de Castilla y León mantengan su actual cuota de producción y plantilla. El argumento: es reconocido a todos los niveles que en León y Palencia se produce el carbón de más calidad, de menor precio y mayor competitividad de los Quince, consecuencia del excelente cumplimiento de las anteriores reconversiones impuestas; y que es donde más retrasada va la reindustrialización y la creación de alternativas socioeconómicas. Una tarea difícil La comunidad minera leonesa y palentina, con el apoyo de la Junta, va a defender que los 5.400 mineros y los 5,1 millones de toneladas anuales de producción se integren en la reserva del Reglamento para poder percibir ayudas, que ninguna explotación cierre, por ser la que mejores resultados presenta. Desde aquí se defenderá que sena 12 -como trata de imponer el Gobierno en contra de los sindicatos- o 13 los millones de toneladas de todo el país, 5,1 sean de Castilla y León. Una dura batalla, si se tiene en cuenta que el secretario de Estado de Energía, José Folgado, ya ha mostrado en privado varias veces su disgusto por este posicionamiento. Y difícil tesitura para el Gobierno de la Junta, que comparte con el del Estado siglas políticas: las del PP.