LEÓN, CON EL AGUA AL CUELLO
Tan ansiada y tan temida
Las lluvias volvieron con fuerza después de una primavera y un verano secos, y las rogativas por el agua se convierten ahora en temor ante un elemento que supone un riesgo para el tráfico y las propiedades. Un año más
El tráfico a través del nuevo enlace desde Fabero con la carretera C-631 (Ponferrada-Villablino) no se reestablecerá probablemente hasta el próximo lunes. El tramo de Berlanga a Fresnedo, abierto hace apenas un mes, se vio sepultado el jueves por un desprendimiento de tierra a la altura de Tremor de Abajo, propiciado por las intensas lluvias. Desde el mismo jueves, el personal de la empresa constructora se desplazó al lugar del incidente, y tras señalizar los desvíos alternativos, comenzó las reparaciones. La jefa de servicio de Fomento en León, Ana Suárez, afirmó ayer sin embargo que la carretera no estará expedita al menos hasta dentro de dos días. En los ayuntamientos de la zona, en cambio, existe el temor de que el temporal retrase aún más las obras de retirada de los escombros y de que la circulación no se vuelva a restablecer hasta mediados de la semana que viene. También ayer se sucedieron los desprendimientos de piedras en otras vías de la comarca del Bierzo, como la que está a punto de inaugurarse entre Torre y Tremor, e incluso en la autovía A-6 a su paso por el Bierzo Oeste. En Cacabelos, donde los desbordamientos del Cúa son frecuentes en estas fechas, se mantiene la alerta ante la posibilidad de inundaciones en las zonas habitadas del cauce urbano del río. En Babia, la carretera comarcal C-623 permaneció cortada ayer al tráfico durante varias horas, al haberse inundado un tramo de calzada a la altura de Villafeliz debido a un desbordamiento del río Luna. El agua impidió el paso de vehículos ligeros durante buena parte de la noche, y la Guardia Civil tuvo que regular el tráfico durante todo el día, para garantizar la circulación en esta carretera, habilitando un único carril. En esta ocasión el agua no llegó a las viviendas como ocurriera durante el temporal que tuvo lugar en enero del 2001, cuando las aguas del Luna alcanzaron la planta baja de varias viviendas de Villafeliz. De hecho el desbordamiento del río Luna provoca habitualmente cortes de carretera en esta zona, y las obras de acondicionamiento de esta vía, realizadas recientemente, no han logrado terminar con el problema. Las lluvias también provocaron desprendimientos de tierra en la carretera de Omaña y la caída de piedras a la calzada en la comarcal C-631, donde además se mantienen desde hace semanas dos semáforos para regular el tráfico por la caída de tierra en la calzada.