Protesta de Coag por el bajo precio de la remolacha excendentaria
Coag-León ha pedido a los agricultores que en el día de hoy, sábado, entreguen en la azucarera la remolacha de contrato, y no la excedentaria, como medida de protesta ante la situación, que a juicio del sindicato, generada esta campaña por los bajos precios con los que se paga la raíz fuera de cuota. Coag denuncia que «cuando la pasada campaña, Azucarera Ebro observaba que buena parte de su remolacha excedentaria marchaba hacia Portugal, no tardó en articular mecanismos para convencer a los agricultores para entregar la remolacha en sus fábricas, permitiendo que la remolacha de franquicia no reportara». Poco después, argumenta Coag, en el mes de febrero Azucarera Ebro emprendió una campaña en la que movilizó a todo el personal auxiliar de la fábrica de La Bañeza con su jefe de cultivos a la cabeza, recorriendo todos los pueblos de la provincia para convencer a los agricultores de que sembraran mucha remolacha, aconsejando cálculos a bajos rendimientos y llegando incluso a mandar una carta engañosa en la que se decía que la remolacha de franquicia y excedentaria podría generar derechos de contratación. Costes sin cubrir Esta campaña de la industria provocó un aumento en la superficie sembrada, y por lo tanto de remolacha excedentaria. «Ahora azucarera se lava las manos mostrándose una vez más intransigente con los productores, limitándose a pagarla a 9 euros/tonelada y preocupándose solamente de recoger los pingües beneficios que esta remolacha le aporta, mientras que al agricultor no le cubre ni los costes de producción», dice Coag en un comunicado de prensa. «El destino teórico de la remolacha excedentaria debería ser el mercado mundial. Pero nos encontramos en una indefensión total, ya que no tenemos opción de contrastar los datos de azúcar producido que facilita la industria con ningún organismo oficial, por lo que nos vemos obligados a hacer un acto de fe para saber el destino final del azúcar», explica el sindicato, quien añado que «prueba de esto es que a día de hoy, Azucarera Ebro se encuentra en la fiscalía anticorrupción por este asunto». En este sentido aseguran que «ante esta falta de información, mucho nos tememos que el exceso de azúcar producido por la remolacha excedentaria, pueda ir a parar al hueco que la industria tiene reservado para mayor envasado, pudiendo provocar de esa forma un nuevo recorte en el contrato de todos los agricultores en sucesivas campañas», concluyen.